Sergio Piro es encargado de una reconocida pizzería en el barrio de Santa Rita, en Buenos Aires, Argentina. El último jueves había terminado su jornada de trabajo, pero distintos pormenores hicieron que el horario laboral se extendiera una hora.
Por: TN
Esos 60 minutos de más fueron suficientes para que Sergio se convirtiera de manera inesperada en el héroe que salvó una vida. Un joven de veintipico de años acudió desesperado al local sin poder respirar e intentando con gestos explicar lo que le pasaba. Manuel rogaba por ayuda porque se le había salido la cánula de traqueotomía.
“La dificultad para respirar y la incapacidad del muchacho para comunicarse hicieron que la situación fuera extremadamente crítica. No lo pensé, me concentré en colocar la cánula, pero no fue fácil”, contó Sergio en diálogo con TN. “Finalmente, lo logré y el chico suspiró. Inmediatamente, suspiré muchísimo yo también”, aseguró con la voz quebrada.
La cánula de traqueotomía, que permite el paso del aire directamente a los pulmones, se había corrido, provocando una obstrucción parcial de su vía respiratoria. Manuel experimentaba una asfixia, con una respiración extremadamente dificultosa y una rápida disminución en la oxigenación, lo que agravó su capacidad para moverse y comunicarse.
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