El País: Resistencia versus represión, la estrategia opositora para derrotar a Maduro

El País: Resistencia versus represión, la estrategia opositora para derrotar a Maduro

EFE

 

A un mes del fraude perpetrado por el Gobierno de Nicolás Maduro contra los venezolanos ha llegado el momento de hacer una pausa reflexiva. ¿Qué ha ganado la oposición en su lucha por recuperar la democracia? ¿Tiene aún alguna probabilidad de éxito la mediación iniciada por Brasil, Colombia y México? ¿Puede la oposición romper el blindaje militar chavista? ¿Dónde queda hoy “hasta el final”, el famoso grito de campaña de María Corina Machado, adoptado como lema personal por legiones de ciudadanos? Y, sobre todo, ¿hay una estrategia para llegar allí?

Por: El País





La oposición ha ganado lo que nunca antes: logró derrotar a Maduro de manera aplastante y tiene las pruebas. Pero eso no ha sido suficiente para garantizar el reconocimiento de Edmundo González Urrutia como presidente electo y echar andar la transición hasta su toma de posesión como Jefe del Estado en enero de 2025. Las gestiones de los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, Gustavo Petro y Andrés Manuel López Obrador, en particular las propuestas de realizar nuevos comicios y crear un cogobierno entre el chavismo y la oposición no tuvieron tracción en ninguno de los dos bandos y se encuentran en un punto muerto.

Conversé sobre este tema con una persona del entorno de Machado. Su visión sobre cómo puede la oposición seguir avanzando está en reconocer que se trata de una situación de guerra. Hay un frente amplio, en el sentido militar, donde se han ido conquistando posiciones. Las ganancias más claras han sido la creación de un liderazgo nacional alrededor de María Corina, la victoria de González Urrutia, el operativo para obtener las actas y demostrar el fraude, la convergencia política con otras agrupaciones opositoras y, algo no menor, la alineación internacional a favor de la democracia que, por primera vez incluye a gobiernos de izquierda y derecha a nivel regional.

“El cobro está en marcha para convertir a Edmundo González Urrutia en presidente constitucional luego de haber sido electo”, me dijo. Y para lograrlo propone seguir una estrategia de confluencia con cuatro puntas: una dirección política con objetivos claros, apoyo internacional ampliado, fragmentación del chavismo y lo que llamó formas imaginativas de organización popular. Esta última punta es quizás la más crítica y habría que traducirla como “mantener a la oposición movilizada en un ambiente altamente represivo”.

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