El silencio de los indígenas detenidos en Venezuela: a golpes y sin identidad

El silencio de los indígenas detenidos en Venezuela: a golpes y sin identidad

Los manifestantes se enfrentan a la policía antidisturbios durante una protesta contra el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, Venezuela, el 29 de julio de 2024, un día después de las elecciones presidenciales venezolanas. Foto: AFP – CARLOS LANDAETA

 

Un adolescente indígena del pueblo jivi –cuyas comunidades se extienden por los estados Amazonas, Bolívar y Apure– regresaba de pescar en el río Orinoco, a donde había ido a revisar su red, cuando fue detenido por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana en Puerto Ayacucho, capital de Amazonas. Tras la audiencia de presentación, su madre afirmó que lo vio muy golpeado.

Por elespectador.com





“Le lloró a la guardia para que lo viera un médico (…) Lo llevaron directamente al ambulatorio militar”, contó el abogado y coordinador de Pueblos Indígenas de la ONG Foro Penal, Olnar Ortiz. Este es solo uno de los casos de indígenas detenidos en medio de la represión poselectoral.

A unos se los llevaron porque cargaban ollas a cuestas. Otros fueron arrestados al regresar a sus hogares luego de trabajar. A un grupo lo apresaron después de hacer unas compras. Ninguno protestaba. Las detenciones que ocurrieron después de las elecciones presidenciales del 28 de julio afectan a ocho pueblos originarios en cuatro estados del país. De acuerdo con Foro Penal, sus derechos a la defensa e identidad también son violentados.

En total, son 15 los indígenas detenidos desde entonces, señaló Ortiz. Actualmente, hay 12 bajo arresto y tres liberados.

El grupo de indígenas pertenece a un universo de 1.505 detenidos –de los cuales 90 fueron liberados– entre el 29 de julio y el 19 de agosto en todo el país, de acuerdo con la ONG. De estos casos, 129 son adolescentes, 18 personas con discapacidad y 200 mujeres.

Entre los arrestados, nueve son hombres y tres mujeres. Cuatro de ellos pertenecen a la etnia baniva, uno a la puinave, uno jivi, uno yekwana, un piapoco, una pemón, dos baré y un wayúu. Ortiz manifestó que todos fueron capturados en zonas urbanas, nueve de ellos en Puerto Ayacucho, Amazonas; uno en el municipio Mara del estado Zulia, uno en el municipio Gran Sabana, estado Bolívar, y uno en Maracay, Aragua. A petición de la ONG, ninguno de sus nombres se reveló para mantener en confidencialidad la identidad de las víctimas.

Los tres indígenas en libertad son del pueblo baniva, en Amazonas. Uno de ellos es una adolescente que capturaron en Puerto Ayacucho, estado Amazonas. Los otros dos estudiaban en Maracay, estado Aragua, y son primos del puinave que sigue detenido.

Fuera de su territorio

Ese indígena puinave es un estudiante universitario. Vive en Maracay, estado Aragua, y el 29 de julio salió junto a sus primos a hacer una compra, mientras cientos en la ciudad caceroleaban y protestaban por los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) que dieron por ganador a Nicolás Maduro. De regreso a sus casas, en horas de la noche, efectivos de la GNB los arrestaron. A la mayoría los liberaron sin presentación, pero el puinave continúa privado de libertad. Ninguno de ellos estaba en alguna manifestación.

El joven cursa la carrera de Administración. Terminó su última carga académica en junio y planeaba recibir su título en diciembre de este año. Es oriundo de San Fernando de Atabapo, localidad del estado Amazonas cercana a la zona minera del Parque Nacional Yapacana, a ocho horas de viaje por vía fluvial desde la capital, Puerto Ayacucho.

Su hermana tuvo que movilizarse desde aquel poblado hasta Maracay para poder atenderlo y garantizar alimentación mientras está preso en el Centro de Atención al Detenido de La Morita II.

Sin motivo ni causa

Además del jivi, el abogado relató que a los cuatro banivas los detuvieron el lunes, 29 de julio. El pueblo baniva habita en la cuenca del río Isana, en las fronteras entre Brasil, Venezuela y Colombia. Ortíz relató que alrededor de las 9:00 pm el grupo volvía a sus casas en Puerto Ayacucho, luego de pasar todo el día en un río cercano.

En la zona hubo manifestaciones por el descontento tras los resultados electorales, pero ninguna fue numerosa y se desarrollaron sin inconvenientes ni represión. “La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) empieza, posteriormente, a detener a todas las personas que conseguía la calle”, señaló. Vieron a las personas con ollas en mano y las detuvieron.

“Esto es un pueblo, es muy común que la gente cocine en un río (…). Ellos (efectivos de la GNB) lo catalogaron como que ellos (banivas) estaban en la manifestación. Pero realmente (no estuvieron en) ninguna manifestación, porque incluso en el acta dicen que ellos cargaban cabillas”, explicó Ortiz. El abogado añadió que las autoridades involucraron a este grupo en las protestas del 30 de julio, aunque los apresaron el día anterior. “Y todo esto se tiene acta policial”, recalcó.

El indígena baré arrestado trabajaba junto a otra persona, actualmente también en reclusión, cuando los capturaron en Puerto Ayacucho. Ambos cerraron el local donde laboraban cuando iniciaron las protestas. Los interceptaron de camino a sus hogares.

Al indígena wayúu que arrestaron en Zulia, “le hicieron la Operación Tun Tun’’ –nombre que designa a los allanamientos de residencias y detenciones arbitrarias de opositores por parte de las fuerzas de seguridad venezolanas-, declaró Ortiz.

A la mujer de la etnia pemón la capturaron cuando estaba en la vía hacia Santa Elena de Uairén, estado Bolívar, de llegada a su comunidad.

El más reciente arresto arbitrario de un indígena sucedió en Puerto Ayacucho el pasado 17 de agosto, durante la Gran Protesta Mundial que convocó la oposición. La víctima es el abogado y defensor de los Derechos Humanos (DDHH) de los Pueblos Indígenas, Henry Gómez, quien además pertenece a la comunidad baré.

Gómez asistió a una manifestación pacífica donde los asistentes, la mayoría de la tercera edad, cantaban el himno nacional y rezaban, indicó Ortiz. Un teniente coronel arremetió contra ellos y el abogado, al darse cuenta que intentaban llevarse a una mujer que conoce y que padece esquizofrenia, se acercó a mediar. “Pero lo acorralan y se los llevan a todos”, afirmó.

 

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