Las elecciones en Venezuela del pasado 28 de julio dejaron al país y al mundo en vilo. En un proceso cargado de irregularidades, el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el chavismo, declaró a Nicolás Maduro como ganador con el 51,9% (6,4 millones de votos). Sin embargo, el organismo nunca publicó las actas de votación, lo que desató un fuerte revuelo internacional: varios países se negaron a reconocer la reelección del presidente chavista y denunciaron un fraude electoral masivo.
Por: La Nación
La oposición, liderada por María Corina Machado, también acusó al régimen de manipulación y publicó sus propias actas, que muestran a Edmundo González Urrutia como el verdadero ganador. Según esos resultados, el exdiplomático obtuvo el 67,08% de los votos (7,3 millones de votos) mientras que Maduro quedó en segunda posición con el 30,46% (3,3 millones).
La oposición logró reunir estas actas gracias a un despliegue nacional de miles de voluntarios –los llamados “comanditos”- que, desafiando las adversidades impuestas por el régimen, recopilaron y escanearon las copias oficiales de los resultados. Luego, procesó esa información y la publicó en un sitio web, motivo por el que la Justicia de Venezuela lanzó una persecución contra González Urrutia.
La semana pasada, en una sentencia sin sorpresa, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) avaló los resultados anunciados por el CNE, aunque tampoco mostraron las actas, lo cual elevó la presión internacional. Organismos internacionales señalaron que ni el CNE ni el TSJ actúan de manera independiente del Poder Ejecutivo e incluso gobiernos aliados del chavismo, como los de Brasil y Colombia, señalaron que “la credibilidad de proceso electoral sólo podrá restablecerse mediante la publicación transparente de datos desglosados y verificables”. Gobiernos críticos del régimen, como el de Javier Milei, directamente reconocieron a González como el ganador “indiscutido” de la elección, basados principalmente en los datos recopilados por la oposición.
A este clamor se sumó esta semana Juan Carlos Delpino, uno de los cinco rectores principales del CNE, quien denunció una “falta de transparencia y veracidad de los resultados anunciados” y dijo no haber visto “evidencia alguna” de un triunfo de Maduro, en el primer pronunciamiento de este tipo desde dentro de la justicia electoral.
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