Más de 20 personas que han regresado a Estados Unidos desde Cuba en los últimos meses se contagiaron de un virus transmitido por insectos, informaron el martes las autoridades federales de salud. Todas contrajeron oropouche, una enfermedad viral también conocida como fiebre del perezoso.
Por Mike Stobbe | The Associated Press
A continuación, un repaso a la enfermedad y qué fue lo que provocó la alerta:
¿Qué es el virus oropouche?
El oropouche es un virus originario de las zonas tropicales boscosas. Se detectó por primera vez en 1955 en un trabajador forestal de 24 años en la isla de Trinidad, y recibió el nombre de una aldea y unos humedales cercanos.
En ocasiones se le ha llamado fiebre del perezoso debido a que los primeros científicos que investigaron el virus lo detectaron en un perezoso de tres dedos, y creyeron que estos animales eran importantes para su transmisión entre insectos y animales.
¿Cómo se contagia el virus oropouche?
El virus se transmite al ser humano a través de la picadura de pequeñas moscas, llamadas jejenes, y de algunos tipos de mosquito. Los seres humanos se han infectado al visitar zonas boscosas y se cree que contribuyen a que el virus haya llegado hasta zonas urbanas, pero no se ha documentado el contagio entre personas.
¿Cuántos casos se han reportado?
A partir de finales del año pasado, se identificó al virus como la causa de grandes brotes en regiones amazónicas donde se sabía que existía, así como en nuevas zonas de Sudamérica y el Caribe. Se han reportado unos 8.000 contagios locales en Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba y Perú.
¿Cuáles son los síntomas y los tratamientos?
Los síntomas pueden parecer similares a los de otras enfermedades tropicales como el dengue, el zika o la malaria. Los síntomas comunes incluyen fiebre, dolores de cabeza y musculares, y algunas personas infectadas también sufren de diarrea, náusea, vómito o erupciones cutáneas.
Algunos pacientes sufren síntomas recurrentes, y 1 de cada 20 puede padecer síntomas más graves como hemorragias, meningitis y encefalitis. La enfermedad no suele ser mortal, aunque recientemente se reportó la muerte de dos jóvenes saludables en Brasil.
No existen vacunas para prevenir la infección ni medicamentos para tratar los síntomas.
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