Tras el apagón nacional generado en horas de la madrugada de este viernes 30 de agosto que dejó sin energía eléctrica al 80% del país, las pocas estaciones de servicio que lograron abrir se convirtieron en el epicentro de la desesperación de cientos de maracayeros.
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Desde tempranas horas de la mañana, las largas colas de vehículos se formaron en los alrededores de las estaciones de servicio operativas, generando un clima de tensión y ansiedad.
Este apagón, que ha afectado a todo el territorio nacional, es uno de los más graves desde el año 2019, y ha generado una caída abrupta en la conectividad a internet y las señales telefónicas, además de una leve paralización en los pequeños comercios que no cuentan con generador eléctrico.
Aunque el gobierno ha atribuido la falla a un “sabotaje”, la falta de detalles específicos ha dejado a la ciudadanía en la incertidumbre, incrementando la zozobra sobre lo que podría suceder en las próximas horas.
“No sabemos cuánto tiempo estaremos sin luz y sin gasolina no podemos movernos ni buscar alimentos”, expresó Carmen Pérez, una de las tantas personas que aguardaba en una interminable fila bajo el sol inclemente.