Omar González Moreno: Los apagones

Omar González Moreno: Los apagones

Los apagones, tanto eléctricos como digitales, están siendo utilizados por el régimen de Nicolás Maduro como una herramienta de control y manipulación en medio de su desespero por mantenerse en el poder.

Históricamente, la interrupción del servicio eléctrico ha sido utilizada por tiranías similares a la que sufre Venezuela para reprimir protestas y limitar la organización social.

La falta de energía eléctrica no solo afecta la vida de los ciudadanos, sino que también obstaculiza el acceso a información y comunicación, debilitando la capacidad de los individuos para movilizarse y expresar su descontento.





Por otro lado, los apagones digitales se refieren a la interrupción del acceso a internet y otras plataformas digitales, tal como lo ha intentado por varias vías el régimen de Maduro y sus cómplices en los últimos tiempos.

Estas tácticas se han vuelto comunes en Venezuela por culpa del sistema socialista que busca silenciar la disidencia y controlar la indignación de la gente.

Al cortar el acceso a las redes sociales y a la información en línea, se limita la posibilidad de que los ciudadanos se conecten y organicen para provocar el quiebre de la dictadura.

Además, la propaganda estatal puede difundirse de manera más efectiva cuando se restringe el acceso a fuentes independientes, como son las redes sociales, que en Venezuela han sustituido a los medios tradicionales de comunicación, totalmente censurados por Maduro y sus secuaces.

Ambas formas de apagones son evidencias de cómo la infraestructura se convierte en un campo de batalla que libra Maduro para mantenerse en el poder, a pesar del abrumador desprestigio y desprecio que siente contra su régimen el pueblo venezolano.

Los tiranos como Nicolás Maduro que emplean estas tácticas no solo buscan controlar el presente, sino también pretenden en vano moldear el futuro, empeñados como están en debilitar a la oposición y crear un clima de miedo e incertidumbre.

Sin embargo, en el caso venezolano, todas esas maniobras han fracasado y seguirán fracasando por la decisión de la inmensa mayoría de los habitantes de cambiar este sistema al costo que sea, bajo el recio liderazgo de María Corina Machado.

En este contexto, es vital que la comunidad nacional e internacional reconozca y responda a estos abusos como un ataque directo a los derechos humanos fundamentales, incluida la vida y la libertad de expresión y el derecho a la información.

En conclusión, los apagones eléctricos y digitales no son solo producto de la incapacidad del régimen de Maduro; sino que los aprovecha como armas políticas reflejando la erosión de la democracia y el incremento en el autoritarismo, lo que exige una atención crítica y activa por parte de la sociedad venezolana y de los organismos internacionales.