Una de las sedes de la campaña presidencial de Gustavo Petro, ubicada en la calle 48 con carrera Séptima, en Bogotá, Colombia, fue un centro de operación de las llamadas bodegas petristas. Allí trabajaron por lo menos 40 jóvenes dedicados a ‘disparar’ decenas de mensajes y a impulsar la guerra sucia en redes sociales contra todo aquel que cuestionara al entonces candidato del Pacto Histórico.
Por SEMANA
SEMANA conoció detalles desconocidos sobre cómo funcionaba la vivienda de tres pisos y un sótano interno que hoy tiene una apariencia deteriorada y donde aún permanecen pintados los rostros de la primera dama, Verónica Alcocer, y la vicepresidenta, Francia Márquez. La fachada es pintoresca, de múltiples colores y es uno de los pocos sitios sobre la carrera Séptima que no ha sido vandalizado.
La exembajadora Ángela Benedetti fue la primera que puso la lupa sobre esa antigua vivienda donde ella trabajó durante año y medio en la campaña presidencial de Petro. Estuvo al lado de Verónica Alcocer –aunque ella iba algunas veces a la sede de Chapinero en Bogotá–, Adriana Mejía –hoy directora de Artesanías de Colombia y cuestionada por maltratar a las personas que la acompañaron en la sede–, y los catalanes Xavier Vendrell y Manuel Grau, señalados por tener negocios con el Gobierno de Petro.
Eva Ferrer, la tercera catalana que se convirtió en la mano derecha de la primera dama, pero de quien luego se distanció, también tuvo escritorio en esa casa.
“Yo trabajaba en una sede donde estaban las bodegas de Petro, los muchachos que, en algunos casos, fueron testigos electorales. En la sede de la campaña de Petro, si uno quería ir al baño, le tocaba llevarse la cartera porque se robaban los esferos, las gafas. Me arrepiento profundamente de no haberme retirado”, le narró Ángela Benedetti a SEMANA.
Las bodegas o jóvenes que tenían asignado un computador funcionaban en el sótano de la casona y en el primer piso. Y Xavier Vendrell los lideraba, según Ángela Benedetti. “Era una cantidad de muchachos conectados en computadores publicando mensajes. Ellos tenían medido y conocían cómo volverse tendencia en cuestión de minutos. Y les respondían a quienes criticaban a Petro”, dijo.
Vendrell, según Benedetti, era el jefe de los bodegueros, un hombre clandestino, sigiloso, nervioso, como lo describe. Desde ese lugar se corrió la línea ética en medio de la campaña, tal como lo señaló Sebastián Guanumen en los petrovideos que reveló SEMANA. Guanumen, hoy embajador de Colombia en Chile, tenía puesto allí, como el hoy embajador de Colombia en México, Álvaro Moisés Ninco. En una fotografía que tiene este medio aparece el hoy diplomático junto a Gustavo Petro y Ángela Benedetti desde la controvertida casa.
Esta vivienda, cuya propiedad es incierta porque nadie en el petrismo da razón, tiene historia. La estructura que hoy parece abandonada porque no abre sus puertas desde hace varias semanas, al parecer, tiene relación con Euclides Torres, líder del Clan Torres del Caribe, un contratista poderoso que, según Nicolás Petro, el hijo del presidente, ayudó a financiar la campaña presidencial de su padre.
El nombre de Euclides no aparece en los registros contables porque casi nunca deja rastro, pero el exdiputado de Atlántico reconoció, en su momento, que él financió el evento de la P, en Barranquilla, donde Petro apareció por primera vez en plaza pública después de la pandemia por la covid-19.
Euclides Torres –quien niega cualquier aporte a la campaña de Petro y a quien el concejal de Bogotá Daniel Briceño señala de recibir contratos por 180.000 millones por parte del Estado– es el padre de Efraín Torres, el exrepresentante a la Cámara que fue fórmula en el Congreso en 2018 del hoy embajador de Colombia ante la FAO, Armando Benedetti.
SEMANA tiene en su poder una fotografía de la fachada de esa casa en 2018 donde aparece la imagen pintada de Armando Benedetti y su logo que dice: “U7, Senado”. Al lado se ve el rostro de Efraín Torres y se lee: “118 Cámara, Partido de la U”. En el segundo piso y separadas por escasos metros de distancia, se ubicaban las dos oficinas.
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