La justicia curazoleña declaró ejecutable en su jurisdicción la sentencia de un laudo llevado a cabo ante la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, en contra de Bariven, una filial de Petróleos de Venezuela encargada de las adquisiciones en el exterior.
El fallo, inicialmente emitido en París en mayo de 2019, favorece a Credendo, una empresa con sede en Bruselas. Entre sus servicios, ofrece la administración de riesgos para corporaciones radicadas en Europa, que hacen negociaciones con firmas en mercados volátiles, como el venezolano.
El origen de este conflicto radica en el presunto incumplimiento por parte de la estatal venezolana en cuanto al pago de las obligaciones contraídas mediante contrato con ArcelorMittal International Luxemburgo SA, una firma especializada en el suministro de partes para la industria metalúrgica.
El reclamo interpuesto ante la corte de París indica que Venezuela adeuda 14,6 millones de dólares.
Luego de varios intentos por resarcir esta deuda en forma amistosa, ArcelorMittal recurrió a Credendo, con quien había contratado un seguro de crédito para respaldar la operación con la empresa venezolana.
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