Nuestro querido entrevistado sigue respondiendo la batería de preguntas, con palabras como “negociación”, “acuerdo”, entre otras del mismo calibre. Y por supuesto, que cualquiera con mínimo sentido común, desea que ese fuera el camino a transitar hasta la segunda semanita del enero entrante. Ahora bien, para que exista un proceso de negociación se requieren dos por lo menos. Hasta ahora, sólo hay uno dispuesto a sentarse, mientras el otro horada aún más una situación ya rota ¿Se puede? Siempre se puede. En este sentido, nuestro entrevistado, no ve actualmente los canales y mecanismos del encuentro, pero hace votos para que esto en algún momento ocurra. En resumen, unos oran y otros Horadan
Así, se van explayando, distendiendo las razonables, esquivas, marginales respuestas, enchumbadas de vaselina, aceitosas, indispuestas a mojarse en aguas turbias. Así, empieza a parecerse la situación, a una harto conocida por los venezolanos: las famosas preguntas a las mises en el concurso de Miss Venezuela ¿Habrá negociación en el país para resolver el conflicto político? “En una noche tan linda como esta y la paz mundial” ¿Cree que se activarán mecanismos de presión internacional como por ejemplo el retorno de sanciones unilaterales por parte de EEUU? “… Cualquiera de nosotras podría triunfar, y la paz mundial”. En otro programa, un entrevistado distinto, realiza el mismo ejercicio discursivo. Y sigue ocurriendo y ocurre de nuevo y … es el periodismo de las mises. Uno entiende la situación desatada por “los resultados anunciados”, así como el riesgo. Son momentos difíciles sin duda, incluso para las finalistas.
De repente, me surge una incógnita centelleante, una luz en la oscuridad de una noche tan linda como esta, sin electricidad, en la Venezuela de los hervores de los “resultados anunciados” ¿El acuerdo de ciertos políticos aliados con el actual gobierno (tildado por Borrell como “interino”) involucra cargos de “elección popular” en las “elecciones populares” de 2025? ¿Veremos de gobernador a Er Zorro? ¿Al Roedor? ¿Al burro? Seguramente, la respuesta a esta pregunta será: “en una noche tan linda como esta”, y aquella elección, también cuente con los mismos mecanismos de control y transparencia que la del pasado 28 de julio.
Aclaratoria para el señor Diego Ruzzarín: sobre la afirmación que hiciera en su canal de YouTube, de que, en las elecciones venezolanas, había ganado la abstención, la indiferencia, con 40 por ciento, le quería comunicar mi perplejidad, mi asombro, mi pasmo, con la brillantez, con la celeste genialidad de su conclusión. De hecho, lo invito a decírselo a los más de 4 millones de venezolanos “inscritos en el registro electoral”, que por “turismo”, se encuentran desperdigados, realizando los trabajos más duros y diversos en otros países, incluyendo el suyo, o que están presos, o albergados en retenes, o transitando la selva del Darién, a los cuales no les permitió actualizar sus datos para votar. ¿No será de usted más bien la indiferencia a la dura situación venezolana? ¿No será que sus cuentas las realiza la misma persona que totalizó el 28 de julio en las elecciones?
Nota: Mucho éxito en la doble jornada de eliminatorias a la Vinotinto.
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