Este es el impacto de dormir “un poco más” los fines de semana y lo que hace al corazón

Este es el impacto de dormir “un poco más” los fines de semana y lo que hace al corazón

Un estudio afirma que dormir más el fin de semana tiene un gran impacto sobre la salud del corazón La Razón

 

Hay muchos trucos para dormir mejor. Dejando a un lado remedios pocos fiables, los estudios científicos empiezan a dar con claves como cuál es la temperatura ideal para dormir del tirón o qué alimentos podemos comer antes de acostarnos para acercarnos a ese ideal de 8 horas de sueño.

Por larazon.es

Sin embargo, todavía hoy se descubren nuevos beneficios de dormir lo suficiente. Se sabe que la falta de sueño, a menudo definida como dormir menos de 7 horas por noche, puede presentar una serie de problemas de salud que desembocan en problemas cardiovasculares o enfermedades del corazón. Por motivos como este es habitual preguntarse si recuperar horas de sueño durmiendo un poco más durante el fin de semana o echándose una siesta sirve de algo.

Algunos expertos advierten de que no es saludable dormir “por partes” y que las horas de sueño no “acumulan” de esta manera… Pero un nuevo estudio indica justo lo contrario. Según sus resultados, dormir más los fines de semana puede reducir el riesgo de cardiopatías en casi un 20%. Así lo afirma esta nueva investigación, presentada esta semana por autores del Laboratorio Estatal Clave de Enfermedades Infecciosas de China.

Se trata de un interesante trabajo, que se ha presentado en el marco del Congreso anual de la Sociedad Europea de Cardiología (SEC). Ha tenido lugar en Londres, del 30 de agosto al 2 de septiembre, y España es el séptimo país del mundo que más resúmenes de trabajos científicos ha presentado.

¿Dormir más los fines de semana reduce el riesgo de enfermar de corazón?

Esta es la pregunta que se hizieron los cardiólogos chinos. Para responderla utilizaron los datos autodeclarados de más de 90.000 personas, extrayéndolos del Biobanco del Reino Unido, un repositorio con información médica de casi medio millón de británicos. Los investigadores crearon cuatro grupos, que iban desde los que tenían las cantidades de sueño «más compensadas» hasta los que tenían menos.

Les evaluaron durante una media de 14 años, mediante el análisis de registros hospitalarios y defunciones. ¿El resultado? Los autores del estudio descubrieron que los que tenían las cantidades de sueño más compensadas tenían un 19% menos de probabilidad de desarrollar enfermedades cardiacas que las personas que no dormían más el fin de semana para compensar la falta de sueño.

Los peligrosos efectos para la salud de no dormir al menos 7 horas al día

La falta de sueño puede afectar al sistema inmunitario de una persona, a su bienestar y a su capacidad para concentrarse en las tareas cotidianas. La falta constante de sueño puede provocar una acumulación de hormonas del estrés, desequilibrios en el metabolismo y un aumento de la inflamación. Con el tiempo, esto puede contribuir a graves problemas de salud como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas, como también sugiere este estudio.

En cuanto a cuántas horas hay que dormir para evitar efectos negativos sobre la salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las personas adultas duerman al menos 7 horas cada noche. ¿El problema? Estiman que 1 de cada 3 personas adultas no duerme lo suficiente.

«Me sorprendió que ‘ponerse al día’ con el sueño pudiera ser tan útil. Este estudio demuestra la extraordinaria capacidad de nuestro organismo para recuperar la energía y el funcionamiento, incluso tras períodos previos de privación de sueño», afirma Rigved Tadwalkar, cardiólogo estadounidense, que no participó en el estudio. «Aunque la relación entre el sueño y la salud cardiaca está bien establecida, la magnitud y el beneficio observado en este estudio son dignos de mención», concluye.

Sin embargo, los autores del estudio advierten que, desde el punto de vista de la salud funcional, es fundamental mantener un horario de sueño regular y dar prioridad a la calidad del sueño tanto como a la cantidad, en lugar de «confiar» en poder compensarlo con siestas o durmiendo más los fines de semana.

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