El periodista Luis Olavarrieta estrenó este domingo 1 de septiembre un documental sobre Leonardo Ruiz Pineda, uno de los fundadores del partido Acción Democrática y considerado por muchos como el alma de la democracia venezolana del siglo 20.
Por lapatilla.com
A través de su canal de YouTube, Olavarrieta entrevistó a aiferentes voces de la historia, incluyendo a su hija y a su nieta, quienes ofrecieron su testimonio sobre un venezolano que es emblema de libertad.
Leonardo Ruiz Pineda había nacido en Rubio, estado Táchira, el 28 de septiembre de 1916. Hizo la primaria en Rubio y el bachillerato en el Liceo Simón Bolívar, en San Cristóbal, donde fundaría, con Ramón J. Velásquez y Ciro Urdaneta Bravo, la revista Antena (1930). A los 14 años ya tenía claridad acerca de su vocación de escritor y periodista, y ya había presenciado, como todos los habitantes de la capital tachirense, las crueldades del entonces presidente del estado, Eustoquio Gómez, primo hermano del Benemérito, especie de sicópata que ejercía el gobierno regional con mano más que férrea, crudelísima. Cuentas que los crímenes de Eustoquio Gómez marcaron para siempre al niño Ruiz Pineda, quien desarrolló horror a la violencia.
Fue un abogado, periodista y político venezolano, uno de los fundadores del partido Acción Democrática, su Secretario General y partícipe de la lucha clandestina entre 1949 y 1952, contra la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez.
En el año 1952 se endurecen las condiciones para el ejercicio de labores políticas clandestinas, aumenta la represión y aumenta el número de presos políticos. Luego del asesinato de Carlos Delgado Chalbaud, presidente de la Junta Militar, Marcos Pérez Jiménez se dispuso a legitimarse por medio de una Asamblea Constituyente, para cuyos comicios se organizaron elecciones pautadas para el 30 de noviembre de 1952. Acción Democrática llamó a la abstención y promovía actividades conspirativas y de calle para evitar la asistencia y la consumación del evento electoral.
En esa labor sería sorprendido Ruiz Pineda el 21 de octubre de 1952: al dirigirse a una reunión con otros dirigentes, es interceptado por miembros de la Dirección de Seguridad Nacional, policía del régimen, produciéndose un confuso incidente en el que resulta muerto producto (se presume) del fuego cruzado originado en la balacera entre sus acompañantes y los policías.
Su muerte y las condiciones de la misma han sido motivo de discusión por muchos años, por estar relacionada con delaciones, espionaje y presuntas traiciones.