Venezolanos transformaron un autobús escolar en el primer restaurante móvil de comida criolla de Indiana

Venezolanos transformaron un autobús escolar en el primer restaurante móvil de comida criolla de Indiana

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A primera vista parece solo un antiguo autobús escolar, pero cuando te atreves a subir a bordo descubres lo inesperado: Un curioso restaurante móvil. Se llama “Platanos Venezuelan Food” y dos criollos son los artífices detrás de esta innovadora propuesta. Sobre ruedas y con sabor a hogar, Anthony Rojas y Daniela Ávila encontraron en Indiana un nuevo destino para cumplir su sueño culinario.

El viaje desde El Vigía hasta Noblesville fue un recorrido arduo, aunque cada kilómetro valió la pena y sacó a flote el ingenio de esta pareja venezolana para crear lo que hoy es un lugar que fusiona la autenticidad de la cocina andina y la versatilidad de un vehículo, convertido en comedor donde se disfruta una experiencia acogedora que desafía las normas tradicionales de la gastronomía local.





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“Queríamos algo único que no existiera aquí y que pudiera funcionar en todas las estaciones del año”, comentó Anthony sobre la idea de transformar un autobús escolar en un restaurante de vanguardia, que sobresaliera entre las distintas propuestas culinarias que se ofrecen en este rincón tranquilo de Norteamérica.

Pero antes de migrar, esta pareja de visionarios llevaban vidas opuestas en Venezuela. Anthony, estudiaba Ingeniería en Sistemas, y Daniela se embarcó en la carrera de Enfermería. Ambos balanceaban sus estudios con la gestión de una tienda de productos de belleza. Sin embargo, se vieron amenazados por ser militantes del partido Voluntad Popular.

“La delincuencia, la extorsión y la persecución política nos obligó abandonar el país”, recordó Anthony. Así emprendieron juntos un largo camino hacia Estados Unidos. 

Luego de una estancia inicial en Norwalk, Connecticut, una visita a Indiana les abrió las puertas a un nuevo comienzo. “Nos gustó mucho la ciudad y su tranquilidad, es un estado algo parecido a nuestra tierra. Regresamos nuevamente a Norwalk a preparar todo para comenzar nuevamente desde cero en Indiana y establecernos definitivamente para iniciar nuestro hogar y formar una familia”, señaló Anthony.

El viaje no estuvo exento de desafíos. Aparte de lidiar con otro idioma y adaptarse a un clima más riguroso, enfrentaron la incertidumbre de arrancar un rumbo distinto. “Debíamos hacer algo totalmente diferente a lo que hacíamos en Venezuela y como todos, el comenzar desde cero, el haber dejado nuestras carreras de estudios y sobre todo a la familia”, confesó Anthony. Pero, en vez de rendirse, el matrimonio decidió convertir cada obstáculo en una oportunidad de crecimiento.

Un paseo de sabores

La idea de convertir un autobús en un restaurante nació de un viejo recuerdo de la infancia de ambos. “Crecimos aprendiendo a cocinar los platos típicos y tradicionales de nuestra región con nuestras madres; en cada momento especial en familia, siempre se preparaban platos ricos de nuestra cocina venezolana. Creo que es algo que nos caracteriza a todos los venezolanos, descubrimos que en Indiana no había lugares de comida hecha por andinos”, explicó Rojas.

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Subirse a este autobús debe definirse como algo más que una experiencia culinaria; ya que se trata de un viaje directo al corazón de los Andes venezolanos. Decorado con fotos y videos de los paisajes más impresionantes del país, el ambiente dentro de “Platanos Venezuelan Food” es cálido y único, casi como si se tratara de una reunión familiar en el hogar de Anthony y Daniela.

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“Nuestra idea es que todo aquel venezolano que nos visite pueda deleitarse con nuestros platos típicos y a su vez pueda evocar recuerdos de momentos especiales de nuestra querida y amada Venezuela. Para nuestros clientes americanos y de otras nacionalidades se trata de que puedan conocer un poco de nuestra gastronomía”, acotó el entusiasta emprendedor.

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Pero llevar el concepto a la realidad fue difícil, más allá de las barreras del idioma, las normativas y leyes para la apertura de negocios en Estados Unidos se convirtieron en una barrera importante debido a que en Indiana no existía este tipo de restaurantes móviles. 

“Por ser un nuevo concepto no contaban con regulaciones para este tipo de restaurante, pero además significó un reto buscar el lugar adecuado para ubicarlo dado a su estructura de espacio”, dijo Anthony.

Lazos que perduran

Desarrollar un restaurante dentro de un autobús sin duda captó la atención y más de uno quedó con la boca abierta, y no solo por la comida. “Los clientes al entrar lo primero que dicen es ‘¡Wow, genial, fantástico y asombroso!’, para ellos es increíble el lugar y lo mejor es saber que todo fue construido por nosotros mismos”, relató. 

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Este espacio excepcional, unido al eslogan “como en casa”, ha cautivado tanto a venezolanos como a estadounidenses, quienes quedan sorprendidos por los sabores frescos y el ambiente que remite a las raíces andinas de sus dueños.

“El hecho de transformar un autobús escolar en un restaurante móvil ha marcado la diferencia en todos los sentidos”, aseguró el merideño. Esta particularidad, además de atraer a una clientela de diversos países, también creó lazos que convierten a los comensales en promotores del proyecto.

“Al probar la comida se han formado lazos que ha hecho que tengamos clientes fijos y ellos mismos sean nuestra publicidad. Algo que caracteriza a los venezolanos es ser originales, ya que venimos de familias emprendedoras y comerciantes. La idea nace de poder invertir unos ahorros y de hacer algo original, fusionado con nuestra cultura gastronómica para compartir con todo el mundo nuestra rica comida”, mencionó Anthony.

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Dentro del espacio limitado de su autobús, la pareja encontró la manera de hacer que cada rincón cuente. Con una estrategia de organización bien definida y un trabajo en equipo constante, convirtieron cada desafío en una ventana hacia el éxito.

“En cuanto a la atención al cliente, es algo innato del buen venezolano y sobre todo del andino, la buena atención y amabilidad como anfitriones”, añadió Anthony.

Parada tricolor

Pero hablar sobre “Plátanos Venezuelan Food” también es destacar su inigualable menú en la zona, cautivador para los que caen rendidos ante la sazón, las texturas y la fusión de ingredientes. Las cachapas dulces y esponjosas, los tequeños crujientes rellenos de queso, y las arepas con sus rellenos especiales son los protagonistas indiscutibles. Aunque Anthony dejó en evidencia el platillo que ocupa un lugar especial en su carta y en sus corazones. “Las tajadas de plátano maduro con crema y queso son el plato favorito de mi esposa. Les encantan a todos”.

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Los emprendedores andinos no se conforman con un restaurante móvil fuera de serie en el estado del medio oeste de Estados Unidos, pues Anthony reveló que ya están listos para trasladar el sabor de Venezuela a donde quiera que vayan. “Expandirnos a otras ciudades para compartir nuestra gastronomía y cultura, y mantener nuestro concepto es lo que nos hace únicos”.

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Asimismo, Anthony y Daniela se dedican a promover la tradición venezolana mediante el excelente servicio y la conexión única con sus raíces. “Significa mucho, primero para no alejarnos como buen venezolano de nuestra cultura y gastronomía, y segundo poder ofrecer a nuestros paisanos en Indiana un poco de nuestra patria querida llamada Venezuela”.

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Y si llegaste hasta aquí es porque también quieres conocer el auténtico restaurante móvil y probar su deliciosa comida. Síguele la pista a “Plátanos Venezuelan Food” a  través de sus redes sociales, visítalos en 2375 Pleasant St, Noblesville, IN 46060 Indiana y disfruta de una grata experiencia junto a sus dueños. “Tratamos de hacer que nuestros clientes se sientan bien atendidos, no solo que vengan a comer, sino que también pasen un tiempo diferente disfrutando de un pedacito de nuestra tierra”, puntualizó.