Al retomar su famoso rol del mutante de garras afiladas en Deadpool & Wolverine, Hugh Jackman lo hizo con la mejor forma física de su carrera. El actor australiano de 55 años reapareció con un cuerpo tonificado que fue resultado de meses de intenso entrenamiento, una estricta dieta y un equipo detrás de cámaras comprometido en hacer que sus músculos resaltaran aún más en la pantalla.
A través de sus redes sociales, Jackman compartió pormenores de su transformación física para la película y agradeció a las personas que lo ayudaron a lograr su impactante look.
“Mucha gente me ha preguntado cómo me puse en forma, cómo entrené, y cuán difícil es a mi edad. Solo quería tomar un segundo para decir que sí, tuve que esforzarme al máximo con esos levantamientos y esa dieta. Pero no habría llegado allí sin mi equipo. No lo hubiera hecho solo” expresó en un mensaje de voz que lanzó acompañado de una fotografía de su torso.
El actor destacó en especial el papel de Beth Lewis, su entrenadora personal, quien lo ha acompañado en sus procesos de acondicionamiento físico durante los últimos cinco años. Ella no solo lo preparó para la tercera película de la franquicia Deadpool, sino también para otros proyectos como su reciente gira teatral en The Music Man.
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