La migración a ritmo acelerado en América Latina: urgen empleo y viviendas para venezolanos

La migración a ritmo acelerado en América Latina: urgen empleo y viviendas para venezolanos

(foto AP)

 

América Latina y el Caribe está atestiguando una migración “sin precedentes” de millones de personas refugiadas y migrantes, la mayoría de ellos venezolanos, quienes aún tienen necesidades especiales que cubrir, como su integración con empleos formales, alojamiento y protección, dice un análisis de la plataforma R4V.

Por Gustavo Ocando Alex / vozdeamerica.com

Unas 4,5 millones de personas venezolanas se han beneficiado de “generosos marcos normativos” de regulación y protección para obtener un estatus migratorio regular en la región latinoamericana y del Caribe, de acuerdo con el Análisis de Necesidades de Refugiados y Migrantes (RMNA, por sus siglas en ingles), presentado este jueves en Panamá por R4V.

R4V es la plataforma regional de coordinación interagencial para refugiados y migrantes de Venezuela que lidera desde 2018 una respuesta consistente para atender a esta población en 17 países de América Latina y el Caribe.

Entre sus 248 socios se encuentran organismos, fondos y programas de las Naciones Unidas, ONG, actores de la sociedad civil, organizaciones religiosas y la Cruz Roja, así como académicos y entes financieros.

De acuerdo con R4V, hay 7,8 millones de venezolanos refugiados y migrantes en el mundo; 6,6 millones están en América Latina y el Caribe.

Casi el 68 % de los venezolanos refugiados y migrantes ha obtenido estatus regular, pero unos 2,2 millones permanecen en situación irregular por altos costos y estrictos requisitos de entrada y visado, así como por “complejos procesos legales”, indicó el informe divulgado este jueves.

Entre las principales necesidades, sobresalen la integración (empleo formal), el alojamiento y la protección, de acuerdo con el estudio, con base en más de 41.500 entrevistas personales en 15 de los 17 países donde opera R4V.

Un movimiento insólito

Si bien el análisis resalta los esfuerzos y los “notables logros” conseguidos con el apoyo de socios y gobiernos de los países de acogida, R4V advierte que América Latina y el Caribe están atestiguando “movimientos mixtos y sucesivos sin precedentes de millones de personas refugiadas y migrantes, de un amplio abanico de nacionalidades”, no sólo de venezolanos.

Según el análisis enfocado en la población venezolana, el 61,4 % de los entrevistados dijo tener necesidades de integración; el 57,3 % enfocó su urgencia en cuanto al alojamiento; y el 54,4 % requiere de protección.

Asimismo, el 52,8 % expresó su necesidad de asistencia en asuntos de salud y el 41,9 % expresó su preocupación por su seguridad alimentaria.

De acuerdo con el estudio, el 16 % de los refugiados y migrantes venezolanos encuestados está desempleado y el 82 % de los empleados trabajan en el sector informal.

Uno de cada 5 hogares venezolanos en destino corre riesgo de desalojo o quedarse sin vivienda, mientras la mitad de los hogares reside en sitios inadecuados o insostenibles.

“Más del 23 % de las personas refugiadas y migrantes viven en condiciones de hacinamiento, lo que afecta su acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene adecuados y seguros”, apunta el análisis.

Además, el 42 % de los encuestados en destino y el 50 % de las personas en tránsito tienen necesidades de seguridad alimentaria, según sus hallazgos, que serán útiles para canalizar la asistencia de los socios de la plataforma y los gobiernos de países de acogida.

La intención de retornar a Venezuela fue generalmente baja en la primera mitad de este año entre los migrantes y refugiados, según el análisis: el 4 % de aquellos ubicados en Colombia y el 4,6 % en Brasil consideraron volver; y el 10 % de aquellos en tránsito sopesó la idea.

Después de la elección presidencial de julio, los niveles de emigración desde Venezuela hacia Colombia y Brasil se han estabilizado a su promedio registrado antes de la votación, de acuerdo con R4V.

Ayuda generosa, pero aún falta

Eduardo Stein, excanciller de Guatemala y representante especial conjunto de dos agencias de Naciones Unidas para los refugiados y migrantes de Venezuela, resaltó la complejidad de la población en movilidad en los últimos meses por las restricciones de acceso a los territorios, el aumento “vertiginoso” del costo de la vida y el incremento del desempleo.

Valoró que la respuesta de la sociedad civil y las autoridades en los países de acogida ha sido “generosa”, aunque expresó su “alarma” por algunos indicadores, como las cifras de trabajo informal, que afecta especialmente a las mujeres, con salarios más bajos.

Stein destacó que más de 1,3 millones de los 4,5 millones de personas con permiso de estancia regular o reconocimiento de su condición de refugiado recibieron el año pasado asistencia alimentaria y nutricional.

Además, 700.000 personas contaron con atención médica, 240.000 con apoyo para alojamiento y 230.000 con oportunidades de integración. Casi 1 millón de personas migrantes y refugiadas y miembros de comunidades de acogida contaron con asistencia de protección especializada.

Este jueves, se conoció que R4V cuenta con el 14 % del financiamiento requerido en 2024 para garantizar protección, acceso a servicio y atender necesidades básicas de los migrantes, por lo que sus voceros llamaron a los gobiernos y socios a reforzar sus esfuerzos de apoyo a la plataforma.

El “grupo invisible” de niños sin compañía

Anne-Claire Dufay, directora regional de UNICEF, advirtió que el 15 % de la población que se moviliza por el Darién, entre Colombia y Panamá, son niños de 5 años o menos.

Los casos de niños sin compañía de padres y custodios o separados de ellos se triplicaron en los 4 primeros meses de 2024 en comparación con el mismo período de 2023, indicó.

Esos niños, a los que Dufay llamó “un grupo invisible”, corren un riesgo mayor de exposición a violencia y abusos sexuales, dijo, subrayando la falta de políticas para detectarlos.

“Es muy crítico prevenir la separación de sus padres y tener procesos más rápidos para reunificarlos”, advirtió en Panamá. También, abogó por programas de apoyo psicosocial para esa población infantil.

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