El desastre de Chernobyl es considerado una de las peores catástrofes nucleares de la historia de la humanidad. Todo surgió cuando el reactor central conocido como Propyat explotó el 26 de abril de 1986, ocasionando la muerte de 31 personas, las cuales fueron impactadas por un poder nuclear 200 veces superior a las bombas de Hiroshima y Nagasaki combinadas. Casi 40 años después, aún quedan secuelas de la radiación que emitió aquel desastre y existe un lugar en específico que es capaz de matar a cualquier persona en tan solo dos días.
Por: La Nación
Ese día de 1986, el reactor número 4 de la central nuclear ucraniana sufrió una subida de tensión, y el intento de controlarlo sumado al aumento de la temperatura provocaron una subida de tensión mayor. La producción de calor y energía también escaló, lo que generó mucha presión y, en consecuencia, una enorme explosión. Desde aquel momento, se calcula que la cantidad de muertos a causa de trastornos genéticos, malformaciones de órganos internos y cáncer llegaron a más de 500.000.
Los equipos de emergencia que hicieron lo posible por apaciguar el desastre ocurrido encontraron el reactor que había fallado y, dentro de la cámara, había lava negra a la que tuvieron prohibido acercarse. Con cámaras inspeccionaron este objeto que era la parte caliente del núcleo fundido, es decir, uno de los residuos más peligrosos del mundo.
El mismo fue bautizado como “Pata de Elefante”, el cual se originó en el estallido del reactor nuclear y el combustible de uranio que se fundió al sobrecalentarse. Lleva este nombre porque el calor, vapor y combustible nuclear se combinaron para crear un flujo de 100 toneladas de productos químicos peligrosos que salieron hacia el sótano de la planta y, al solidificarse, tomó la forma de una pata de elefante.
El problema fue que después de la explosión, este objeto continuó ardiendo durante meses. Una vez que se midió, se dio a conocer que emitió más de 10.000 roentgens por hora, lo que equivale a una exposición proporcionada por cuatro millones y medio de radiografías de tórax. Mucha gente puso en riesgo su vida para comprender, en profundidad, de qué se trataba este objeto.
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