Durante la misa central en honor a la Virgen del Valle, en los 113 años de coronación canónica, el obispo de la Diócesis de Margarita, monseñor Fernando Castro Aguayo, dirigió su mirada a la falta de eficiencia en los programas sociales dirigidos desde el poder central.
Corresponsalía lapatilla.com
Comenzó llamando la atención sobre la situación que enfrenta el área educativa en el país, al tiempo que resaltó los aportes que la iglesia católica hace en ese sector.
“La Iglesia se suma de modo organizado a ayudar a la formación básica de nuestros niños, nuestros jóvenes, para que tengan las coordenadas humanas y cristianas para poder llevar una vida lo más digna posible y por tanto ser los mejores ciudadanos posibles”, señaló.
Acotó que esperan que todos se aboquen con iniciativas a la educación formal e informal de las personas más vulnerables, es decir, niños y jóvenes.
Resaltó el esfuerzo que se hace desde las parroquias y otras iniciativas organizadas o personales en favor de los niños y adolescentes de todo el país.
Dijo que evidentemente hay muchos otros aspectos que reclamarían de la proactividad y el involucramiento para un mayor crecimiento social y comunitario que son muy difícil ignorarlos.
“Pensemos por ejemplo, lo toco yo, lo tocamos todos, todos los días. La desnutrición de niños y ancianos. La escasa alimentación en un porcentaje altísimo en familias de Nueva Esparta. Hay hambre y el que trabaja apenas le alcanza para que su familia coma algo cada día”, subrayó el alto prelado regional.
Monseñor Castro Aguayo invitó a rezar siempre para que las autoridades, propicien un clima y un ordenamiento donde se estimule la participación y el servicio en un clima de libertad y espontaneidad y a la vez cada uno empeñarse en dar lo mejor como servicio al prójimo sin distingos de ninguna clase.