Todos los 8 de septiembre, los peñeros y lanchas que usualmente se usan para la pesca son adornamos con cientos de flores y lucen su mejor cara, todo para agradecer a la madre de los pescadores por los favores recibidos durante el año.
Corresponsalia lapatilla.com
“Vallita” como es llamada con cariño la Virgen del Valle, por los pescadores, es llevada en procesión por las costas como muestra de agradecimiento por la pesca y el retorno a tierra firme de quienes viven de las artes del mar.
El colorido y la emotividad tiñen de alegría las azules aguas de las costas de Lechería porque “esto es una fiesta de unión y agradecimiento, ella nos cuida en la tormenta, en la enfermedad y de los caprichos del mar cuando se pone bravo” dijo Francisco Marcano, pescador de la ciudad.
“Nos da muchas bendiciones, hay días duros, pero siempre nos aporta el pescado aunque sea para el diario, son pocos los pescadores que se echan al mar sin encomendarse a Vallita” cuenta con emoción el hijo de 5 generaciones de pescadores.
La fe y la devoción por esta advocación mariana se manifiesta en su máxima expresión el 8 de septiembre, pero en casi todas las embarcaciones y viviendas de los pescadores hay al menos una imagen de la virgen durante todo el año.