Detectan señales de un extraño “donut” en el núcleo de la Tierra

Detectan señales de un extraño “donut” en el núcleo de la Tierra

Imagen: Maksym Yemelyanov/Zoonar/picture alliance

 

Un equipo de científicos ha descubierto una región desconocida en el núcleo externo de la Tierra, en forma de rosquilla o “donut”, que podría ofrecer nuevas claves sobre el funcionamiento del campo magnético del planeta. Este hallazgo, publicado en Science Advances, revela que esta estructura se encuentra en el núcleo externo, a unos 2.900 kilómetros bajo la superficie, y está confinada a las latitudes bajas cerca del ecuador.

Por: DW





Un viaje al centro de la Tierra

Para apreciar la relevancia de este descubrimiento, primero hay que adentrarse en las profundidades de nuestro planeta. El núcleo terrestre, con un diámetro de 6.970 kilómetros, está formado por dos capas: un núcleo interno sólido y otro externo líquido. Este núcleo externo, de tamaño comparable al de Marte, es una colosal esfera de metal líquido, compuesta principalmente por hierro y níquel, junto con elementos más ligeros como silicio, oxígeno, azufre, hidrógeno y carbono.

¿Cómo es posible “ver” algo tan profundo? Los científicos utilizan las ondas sísmicas producidas por los terremotos como una especie de ultrasonido planetario. Pero el equipo de científicos, liderado por Xiaolong Ma y Hrvoje Tkal?i?, fueron más allá: en lugar de estudiar las ondas iniciales de los terremotos, se enfocaron en la “coda”, la parte final y más débil de estas ondas.

Utilizando un método llamado “campo de ondas de coda-correlación”, analizaron las similitudes en estas codas registradas por diferentes detectores sísmicos horas después de los terremotos. Es como si, en lugar de escuchar el estruendo inicial de un trueno, prestaran atención a los ecos más sutiles que reverberan mucho después.

El gran descubrimiento: un donut de elementos ligeros

Lo que encontraron fue sorprendente: una región en forma de rosquilla alrededor del ecuador, de unos cientos de kilómetros de espesor, donde las ondas sísmicas viajan aproximadamente un 2 % más despacio que en el resto del núcleo. Esta ralentización sugiere una mayor concentración de elementos ligeros en esta zona.

Puedes leer la nota completa en DW