Gobierno de Colombia organiza una nueva conversación entre Gustavo Petro y Nicolás Maduro, el 1 de octubre, cuando el relevo de la Presidencia de México reunirá a los mandatarios latinoamericanos, suponiendo esto una oportunidad de plantear una solución política para Venezuela, según el vicecanciller colombiano, Jorge Rojas.
“Para Colombia es muy importante tener en cuenta que la paz política en Venezuela tiene que ver con la paz interna en Colombia”, afirmó Jorge Rojas durante el encuentro que sostuvo con la directora del departamento de Información Internacional de la Agencia Efe, Emilia Pérez.
El vicecanciller colombiano insistió, que el Gobierno de Petro mantiene abierto el diálogo a todos los niveles con el Estado venezolano. Aseguró que planean ese encuentro presencial entre Gustavo Petro y Nicolás Maduro, junto con la intermediación del mandatario brasileño, Lula da Silva, y del presidente mexicano saliente, Andrés Manuel López Obrador.
“Creo que la posesión de la nueva presidenta de México va a ser una buena oportunidad para reafirmar caminos de solución política para Venezuela”, afirmó Rojas, con el fin de explorar todas las vías de negociación, lo que incluye un diálogo con el Gobierno de Maduro, la oposición, los países de la región, Estados Unidos y la Unión Europea.
Plena transparencia
Mientras se busca una salida a la crisis venezolana, Colombia reconocerá Maduro hasta enero 2025, cuando está prevista la asunción del nuevo Gobierno venezolano, después de realizarse las elecciones Presidenciales del 28 de julio.
“Nosotros queremos que esos resultados sean confiables para poder reconocer quién ganó las elecciones en Venezuela”, subrayó, y apostó también por la necesidad de que el país vuelva al sistema Interamericano de Derechos Humanos.
La importancia de Venezuela para Colombia es estratégica, no solo por sus relaciones de vecindad sino por el valor de su intercambio comercial, que ahora se acerca de los mil millones de dólares, y el flujo migratorio de venezolanos en el país: más de 2,5 millones registrados y medio millón más en proceso.
EFE