José Ignacio Gerbasi: La tortura, el chantaje y la extorsión en regímenes totalitarios

José Ignacio Gerbasi: La tortura, el chantaje y la extorsión en regímenes totalitarios

Una gran amiga, a la cual admiro, una vez me hizo saber la existencia de esta carta, la cual me impactó, ya que refleja una realidad que no todos ven. Hay gente que se dedica a hacer el mal y no entienden que los peores perjudicados son ellos. Les dejo la carta y un posterior análisis 

Carta a los Europeos.
Jorge Mangakis, Informe Anual de Amnistía Internacional, 1975

“Yo he padecido el destino de la víctima. He visto el rostro del torturador; lo he visto de cerca, en circunstancias terribles: mi rostro estaba ensangrentado y lívido. El rostro del torturador, en cambio, estaba desfigurado por el espasmo, ya no tenía rasgos humanos. Vencido por la tensión de su oficio asumía aquella expresión típica de las máscaras chinas. Y no estoy exagerando. Al fin y al cabo, no es tan fácil torturar a un hombre: la tortura exige la participación interior del torturador. En esas circunstancias, yo era el más afortunado. Yo era vejado, pero a nadie vejaba. Solamente cargaba con una profunda y desafortunada humanidad en mis vísceras, mientras que los verdugos, aquellos que humillan a otros, ellos ante todo violentan en sí mismo su propia dignidad.





No significa nada que envenenados por el poder que tienen en sus manos, puedan controlar los sufrimientos, el insomnio, el hambre y la desesperación de sus víctimas. Su envenenamiento no es otra cosa que la violación de su propia dignidad: la más grande de las humillaciones. Deben haber pagado caro el tormento que me dieron. Yo no estaba en la peor situación. Yo era sólo un hombre que gemía bajo sus golpes. Yo lo prefiero así. Me dejaron ciego y ya no puedo ver a los niños yendo a la escuela o jugando en el parque… ellos, en cambio tendrán que ver a sus propios hijos cara a cara.”

La tortura es una herramienta brutal utilizada por los regímenes totalitarios para mantener el control social y político. En la carta de Jorge Mangakis, “Carta a los Europeos”, se revela la profunda humanidad de la víctima y la deshumanización del torturador. Mangakis describe cómo, en medio del sufrimiento, él conservaba su humanidad, mientras que sus verdugos, envenenados por el poder, perdían la suya.

Los regímenes totalitarios generan desesperanza en una salida pacífica para desmotivar cualquier intento de cambio. La tortura es una manifestación extrema de esta estrategia. Al infligir dolor y sufrimiento, los torturadores buscan quebrar el espíritu de resistencia. Sin embargo, como señala Mangakis, la tortura también exige una participación interior del torturador, quien, al violentar a otros, violenta su propia dignidad.

Mangakis describe el rostro del torturador, desfigurado por el espasmo, una imagen que simboliza la deshumanización que sufren aquellos que ejercen la violencia. Este proceso de deshumanización es una consecuencia directa del control absoluto que los regímenes totalitarios buscan mantener. La propaganda y la manipulación son herramientas clave en este proceso, presentando cualquier alternativa pacífica como inviable y sembrando el miedo y la desesperanza.

Además del sufrimiento físico, la tortura psicológica juega un papel crucial en la desmoralización de las víctimas. El uso de  amenazas constantes, chantaje y la privación sensorial son técnicas que buscan quebrar la voluntad y la resistencia mental de las personas. Estos métodos no solo infligen dolor, sino que también buscan destruir la identidad y la esperanza de las víctimas, dejándolas en un estado de desesperación y vulnerabilidad.

El chantaje, la extorsión y las amenazas son formas de tortura que buscan sembrar miedo para paralizar. Sin embargo, el miedo que siembran la intimidación, las amenazas y el chantaje no cambian la convicción de las personas; solo las paraliza. Debemos dejar que el miedo no nos atraviese, enfrentarlo y avanzar. Es la única manera de vivir en paz y no como el espectro de un torturador.

En última instancia, la tortura no solo busca controlar a las víctimas, sino también desmoralizar a la población en general. Al presentar la situación actual como la única opción viable, los regímenes totalitarios buscan legitimarse y perpetuar su poder. La desesperanza en una salida pacífica refuerza la narrativa de que el régimen es la única entidad capaz de mantener el orden.

Sin embargo, es crucial entender que la paz es el mejor camino. La tortura y la represión solo perpetúan el ciclo de violencia y deshumanización. Aquellos que permiten y ejecutan la tortura deben reflexionar sobre el impacto de sus acciones no solo en sus víctimas, sino también en ellos mismos y en la sociedad en general. La paz y el bien común son fundamentales para el bienestar individual. Sin un compromiso con el bien común, el bienestar individual se vuelve insostenible.

La carta de Mangakis es un recordatorio poderoso de la resistencia humana y de la profunda humanidad que puede persistir incluso en las circunstancias más terribles. Es un llamado a la reflexión sobre los costos humanos de la represión y la importancia de mantener la esperanza y la dignidad frente a la opresión. Es un llamado a luchar por la paz y el bien común, entendiendo que solo a través de estos valores se puede construir una sociedad verdaderamente justa y humana.

Vamos Por mas….

Jose I Gerbasi P.

@jgerbasi