Independientemente del sistema político de estos países, la estrategia para alcanzar altos niveles de desarrollo económico y social ha sido fomentar el crecimiento del sector privado. Esto no solo ha elevado la calidad de vida de sus ciudadanos, sino que también ha generado importantes ingresos fiscales a través de los impuestos empresariales. Dichos recursos se destinan a financiar el presupuesto público, permitiendo inversiones en infraestructura y servicios que mejoran aún más la vida de sus habitantes, creando altos niveles de satisfacción y felicidad.
Las empresas privadas juegan un rol crucial en el desarrollo social. Los 25 países con mayor calidad de vida albergan grandes conglomerados empresariales que generan más del 90% del empleo, lo que se traduce en un ingreso per cápita superior a los 10 mil dólares anuales por habitante. Este nivel de ingresos asegura a sus ciudadanos la capacidad de cubrir sus necesidades básicas, acceder a seguros de salud, ahorrar y adquirir bienes como vehículos y viviendas.
En la actualidad, la empresa privada es el pilar fundamental en la producción de bienes y servicios para el consumo interno y externo de los países donde operan, siendo un factor clave para alcanzar altos niveles de desarrollo humano y bienestar entre sus ciudadanos.
Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.