NYT: El camino del Tren de Aragua hacia EEUU aviva el miedo, la delincuencia y la política fronteriza

NYT: El camino del Tren de Aragua hacia EEUU aviva el miedo, la delincuencia y la política fronteriza

El refugio de Hall Street en Brooklyn, cerca del lugar donde dos inmigrantes fueron asesinados a tiros.Crédito…Juan Arredondo para The New York Times

 

En la frontera sur del país, los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos han estado buscando a miembros de una notoria pandilla venezolana. En el corazón del país, agentes de policía desde Denver hasta Chicago han realizado docenas de arrestos por presuntos delitos vinculados con el grupo, desde robos en comercios hasta asesinatos y prostitución.

Por Luis Ferré-Sadurní y Chelsia Rose Marcius | The New York Times 

Y en la ciudad de Nueva York, los detectives de la policía han pasado meses entrevistando a informantes, incluidos miembros confesos de pandillas, para identificar a los líderes de las pandillas y reunir información sobre patrones de robo e iniciativas de reclutamiento.

La pandilla en cuestión es Tren de Aragua, que surgió de una prisión venezolana y se convirtió en una temida organización criminal centrada en el tráfico sexual, el tráfico de personas y el tráfico de drogas.

Afuera del refugio de Randall’s Island, que alberga a miles de migrantes, incluidos algunos de Venezuela.Crédito…David Dee Delgado para The New York Times

 

Su creciente presencia en Estados Unidos se ha convertido en un pararrayos político para los republicanos, especialmente el expresidente Donald J. Trump, que buscan culpar a la política fronteriza de la administración Biden por permitir el ingreso de criminales al país.

Las acusaciones de Trump sobre los efectos de la delincuencia impulsada por los inmigrantes, amplificadas por los medios de comunicación de derecha, suelen ser exageradas o incorrectas . Sin embargo, la pandilla se ha convertido en una fuente creciente de preocupación para los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, que se han esforzado por estudiar su funcionamiento interno y rastrear los movimientos de sus miembros en todo el país.

Lea más en The New York Times 

Exit mobile version