La Asamblea General de la ONU se inicia este martes en Nueva York ensombrecida por el temor a una guerra regional en Oriente Medio, que estará en el centro de los trabajos de la cita diplomática mundial a la que acudirá por última vez el presidente estadounidense, Joe Biden.
Los numerosos conflictos que asolan el mundo, en particular el de la Franja de Gaza y el Líbano, Ucrania y Sudán, amenazan con eclipsar otras preocupaciones como el cambio climático, los riesgos de la inteligencia artificial o el desarrollo económico.
Del más de centenar de jefes de Estado y de Gobierno que desfilará por la tribuna, muchos ya han hablado en la “Cumbre del Futuro”, que en los últimos dos días abordó los desafíos más importantes que enfrenta la humanidad.
“En los últimos años, los asuntos relacionados con el cambio climático y el desarrollo fueron prioridad en la Asamblea General, pero este año, el acento estará en la guerra y la paz“, dice Richard Gowan, del centro de reflexión International Crisis Group.
Casi un año después del estallido de la guerra en Gaza tras el ataque del grupo islamista palestino Hamás contra Israel, el 7 de octubre, el conflicto amenaza con propagarse a la región.
Los bombardeos israelíes contra el Hezbolá libanés, apoyado por Irán, dejaron el lunes cerca de 500 muertos, en el día más mortífero en cerca de un año de escaramuzas entre Israel y el grupo chiíta.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se declaró “gravemente alarmado” por el desplazamiento de la atención de Gaza al Líbano, y el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, advirtió de que la humanidad está “al borde de una guerra total“.
Francia pidió una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad esta misma semana para abordar la crisis.
Biden, que aseguró que trabaja en una “desescalada“, subirá el martes a la tribuna -después del brasileño Luiz Inácio Lula da Silva-, por última vez en su mandato. En enero entregará el testigo al vencedor de la carrera presidencial de noviembre.
“Gaza, Ucrania y Sudán serán los temas dominantes“, afirmó Gowan, que advirtió que la ONU puede volverse “irrelevante a nivel mundial si no puede ayudar a conseguir la paz“.
Gowan espera que los diplomáticos occidentales y árabes traten de convencer a Irán para que intente impedir “que la situación regional se salga de control”
El nuevo presidente iraní Massoud Pezeshkian, cuyo país apoya a Hezbolá y Hamás, acusó el lunes a Israel de querer “ampliar” el conflicto en la región.
Estados Unidos se opone a una invasión terrestre del Líbano, recordó este lunes un funcionario estadounidense.
“Cortejo de miserias humanas”
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, subirá al atril el miércoles, pero este martes participará en una reunión del Consejo de Seguridad para abordar el conflicto de Ucrania.
Este lunes instó a todos los países a seguir apoyando los “esfuerzos conjuntos para un futuro pacífico“.
“La paz está siendo atacada por todas partes“, advirtió el secretario Guterres, quien pide que se ponga fin “al cortejo de miserias humanas“.
Pero es poco probable que este intenso baile diplomático produzca resultados concretos para los millones de civiles que pagan el alto precio de los conflictos y los atropellos de las libertades fundamentales y las desigualdades.
Además de Lula y varios homólogos sudamericanos, por la tribuna de la imponente sala de la Asamblea General desfilarán el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan; el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas; y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, o el indio Narendra Modi.
La crisis que vive Venezuela tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, cuya victoria se adjudicó Nicolás Maduro en medio de las denuncias de fraude de la oposición, o los riesgos de la desinformación para las democracias -discusión promovida por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y Lula– sacarán momentáneamente los focos de los conflictos bélicos. AFP