Gremios prevén un regreso a clases con baja matrícula, déficit de docentes y planteles arruinados

Gremios prevén un regreso a clases con baja matrícula, déficit de docentes y planteles arruinados

 

A pocos días para el inicio del año escolar 2024-2025, lo que reina es la incertidumbre. Algunos padres y representantes aún no han inscrito a sus hijos y, por tanto, no se sabe con precisión datos sobre la matrícula para este periodo académico.





lapatilla.com

Representantes gremiales no manejan cifras sobre cuántos docentes regresarán a las aulas, pues luego de las elecciones presidenciales, algunos han sido despedidos, otros se mantienen en resguardo y hay quienes no retornarán a sus puestos de trabajo por los paupérrimos salarios.

En lo que sí existe certeza es en las condiciones físicas de los planteles que, como en años anteriores, presentan serias deficiencias. Lapatilla.com muestra una radiografía de cómo está la situación de las instituciones educativas en varias regiones del país.

Ni un “cariñito” a las escuelas

Un total de 143 centros educativos en el municipio Girardot del estado Aragua reportan deterioros considerables en su infraestructura desde el período escolar anterior, según denunció el Colegio de Profesores de la entidad.

Las condiciones de estos planteles, que abarcan desde goteras, paredes agrietadas y baños inoperativos, hasta fallas graves en los servicios de electricidad y agua, están afectando directamente el desarrollo de las actividades académicas en la región.

La denuncia se centra no solo en el estado físico de las instalaciones, sino también en la falta de acción por parte de las autoridades. Según voceros del Colegio de Profesores, ni la Zona Educativa, la Autoridad Única en Educación, la gobernación ni la alcaldía, han realizado jornadas de mantenimiento, reparación o siquiera mejoras cosméticas.

“Pretenden que los docentes y alumnos financien y realicen tales adecuaciones”, señaló un representante gremial, denunciando la grave desatención institucional.

Ante esta situación, se ha hecho frecuente ver a docentes, padres y alumnos organizando actividades de recaudación de fondos o aportando de sus propios ingresos para reparar las escuelas. A pesar de los esfuerzos, las condiciones de muchas de estas instituciones siguen empeorando, afectando tanto el ambiente de aprendizaje como la seguridad de los estudiantes y profesores.

En paralelo, el gremio docente también ha levantado su voz en contra de las propuestas del Ministerio de Educación respecto al horario escolar, asegurando que con los bajos salarios que perciben es “imposible” cumplir con un cronograma que exija impartir clases todos los días de la semana.

El presidente del Colegio de Profesores de Aragua señaló que la situación económica obliga a los docentes a elaborar horarios ajustados “hasta donde alcance el dinero del pasaje”.

Migración de docentes

Representantes de gremios y sindicatos de docentes en el estado Táchira no descartan que continúe la deserción de maestros para el año escolar 2024 – 2025. También informaron que, al menos, el 70% de los plantes educativos no se encuentran en condiciones para desarrollar de manera adecuada actividades escolares.

William Fernández, coordinador de la Coalición Sindical en Táchira, recordó que en julio del año 2023 había una deserción de educadores del 80%. Esperan por el comienzo de clases la próxima semana para determinar cuántos maestros volverán a las aulas de clases.

Fernández resaltó que los profesores continúan migrando. “El docente quiere trabajar, pero que nos cancelen lo que debe ser. Nosotros no estamos trabajando en horario mosaico, nosotros lo que queremos es la dignificación del docente. Los niños están siendo afectados en las áreas de física, química, inglés (…), nuestros docentes han tenido que migrar porque (afuera) hay mejores ofertas laborales”, explicó.

Añadió que quienes continúan ejerciendo, lo hacen “por estar enamorados de la educación, pero deben ejercer otras actividades porque de amor por la vocación no solo se vive, se necesita cubrir todo aquello que no cubre el Estado patrono cuando paga 841 bolívares a cada docente IV, con 54 horas de trabajo”.

Gladys Chacón, presidente del Colegio de Licenciados en Educación en el estado Táchira, dijo que “más del 70 % de la infraestructura está en un estado deprimente (…) No están aptas, las instituciones tienen muchas filtraciones que entorpecen la parte respiratoria y afectan a los niños, los baños y para completar, en algunas instituciones, hasta los techos ya se han caído”.

“Tenemos más de cuatro años con las instituciones en este estado, se colocan pañitos de agua tibia, pero no se hacen los arreglos que tienen que hacerse”, señaló Chacón.

Acotó que hace tres años fueron creadas las Bricomiles, que incluyen a militares en la reparación de infraestructuras educativas, pero “no ha sido contundente, que muestre resultados óptimos”.

 

Sueldo pulverizado

En el estado Zulia crece la angustia en el gremio de docentes. En la entidad alrededor de 25.000 profesionales ejercen en el sector educativo, aun cuando el salario que reciben es insuficiente.

En el magisterio tienen la expectativa de que en este inicio del ciclo escolar, todos se incorporen, pero cada vez que llega el mes de septiembre se registra una baja considerable de educadores.

Gualberto Más y Rubí, secretario general de Fetramagisterio en la región, informo a la patilla.com que solicitaron una audiencia al recién nombrado ministro de Educación, Héctor Rodríguez, quien repite en este cargo luego de diez años cuando estuvo por primera vez al frente de esta cartera. Todavía esperan la respuesta a la propuesta de reunión.

El principal planteamiento que tienen es la discusión de la contratación colectiva y el ajuste salarial. Enfatizó que tristemente los maestros reciben el mismo salario que en el año 2022. Más y Rubí detalló que un docente tipo VI con más de 20 años de servicio, postgrado y maestría, gana un salario mensual de 25 a 30 dólares.

“Los maestros que están por debajo del rango tipo VI tienen un salario estipulado entre 14 a 25 dólares por mes. La pregunta es: ¿qué motivación puede tener un profesional cuyo salario no le alcanza ni para el pago del pasaje?”, cuestionó el gremialista.

“El patrono, el Gobierno Nacional, debe entender que la calidad educativa engloba a profesionales bien pagados y motivados, eso no existe; colegios en óptimas condiciones, pero al cierre del año pasado escolar había muchas deficiencias en los colegios del Zulia; contar con las herramientas necesarias, cosa que tampoco está disponible”, advirtió.

El dirigente sindical acotó que el Ejecutivo Nacional también debe abocarse a la reparación de las instituciones.

Más y Rubi informó que en el caso del Zulia, la carencia de profesores de Inglés, Matemáticas, Biología, Química y Física al cierre del año escolar 2023-2024 rozó casi el 50%. Están a la espera que en octubre se reinicien las clases en el ciclo de bachillerato para ver cuál será la realidad que, a su juicio, no cree que mejore, sino que empore por la misma razón de los salarios pulverizados.

Oscuro panorama

Como en otras regiones del país, Anzoátegui no escapa de la incertidumbre que invade al sector educativo de cara al año escolar 2024-2025, que está a la vuelta de la esquina.

La tendencia en los últimos años ha sido la deserción tanto de estudiantes como de docentes. Eso sin contar los problemas de infraestructura que todavía se mantienen en muchos de los más de 1.300 planteles de la entidad, pese a los trabajos de recuperación hechos tanto por la gobernación como por algunas alcaldías.

Maira Marín, presidenta del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema) en Anzoátegui, indicó que como gremio mantienen la esperanza de que todo el panorama que hoy luce oscuro vaya aclarando. Sin embargo, reconoce que, independientemente de quien tome la iniciativa, es una tarea ardua.

La sindicalista aseguró que en la actualidad hay un vacío de información respecto a la cantidad de docentes que se mantienen activos. Recordó que en los últimos años muchos han dejado parcial o totalmente sus puestos para buscar afuera la posibilidad de generar los ingresos suficientes que les permita sobrevivir.

Enfatizó que esto se debe a que llevan varios períodos escolares sin una convención colectiva vigente. Además, la remuneración que reciben es en base a un salario mínimo que equivale a menos de cuatro dólares, por lo que les es imposible vivir solo de eso.

Marín indicó que los últimos números que manejaron con cierto nivel de certeza respecto a la matrícula de docentes son de hace un par de años. En aquel entonces en el estado habían alrededor de 28.000 educadores, pero reiteró que a ese número hay que restarle los que se han ido y los jubilados.

Respecto a los alumnos, el panorama es el mismo. La gremialista dijo que en el año escolar 2022-2023 la cifra rondaba los 400.000 estudiantes, aunque en la actualidad se deben descontar los que han abandonado por distintas razones.

La vocera puntualizó que esos números los debería manejar con mayor exactitud la Autoridad Única de Educación en Anzoátegui y espera que, una vez iniciado el período académico, esta ofrezca un balance real.

Según la presidenta de Sinvema, con el estado de la infraestructura sucede algo similar en cuanto a la información real se refiere. No tienen seguridad de cuántos planteles siguen mostrando carencias de todo tipo y tampoco de cuántos han sido recuperados por las autoridades.

“Sin embargo, hay casos muy puntuales como la escuela Tomás Mantilla del municipio Independencia, que se encuentra en un estado de deterioro preocupante”, expresó.

Vale agregar que, según reportes de padres y representantes, dicha institución lleva unos siete años en decadencia. Los techos y paredes están en condiciones deplorables, el poco mobiliario que hay no sirve y les preocupa que sus hijos vayan a ver clases en esas condiciones.

No hay dotación

Hay instituciones escolares en Barinas que aparentan estar aptas para el nuevo período de clases, porque recibieron el beneficio de pintura de parte del gobierno nacional y regional, pero los docentes no tienen ni siquiera el material para ambientar el aula, que seguramente terminará siendo pagado por los padres de los alumnos.

La inscripción de los alumnos viene acompañada de una colaboración, que varía dependiendo de la institución, donde el promedio es de 100 bolívares.

La mayoría de las escuelas en zonas rurales ameritan acondicionamiento por filtraciones en el techo y, al igual que aquellas que están en sectores urbanos, no cuentan con agua y baños acordes para la población estudiantil.

Los docentes todavía insisten a los padres y representantes que acudan a formalizar la inscripción de alumnos, desconocen las razones para el retardo en este proceso de parte de ellos y temen que algunos no comiencen el nuevo año escolar.

Los docentes esperan que el período de clases convocado a partir del 30 de septiembre, venga con buenas noticias salariales y la firma del contrato colectivo que está paralizado.