El espíritu y la raíz de la “Jurisdicción Universal” considera que cuando se han violado derechos humanos y se han cometido delitos de lesa humanidad en cualquier país, esos delitos son contra la humanidad entera y pueden ser sancionados en cualquier país y en cualquier momento por ser a la vez imprescriptibles.
La orden de captura internacional ha sido llevada a Interpol y en los próximos días se presentará ante la Corte Penal Internacional para acelerar una sentencia que algunos expertos señalan como inminente.
En Venezuela también se ha dictado orden de captura contra el presidente argentino Javier Milei, su hermana y la ex candidata Patricia Bullrich. Se les acusa de haber entregado a los EEUU el avión que había sido confiscado a Maduro, por vinculaciones con Irán y grupos terroristas.
La polémica escala al extremo, cuando hay 6 importantes miembros del comando de María Corina Machado, asilados en la embajada argentina en Caracas, la cual ha sido asediada de manera reiterada. La Convención de Viena, junto a otros tratados internacionales suscritos por Venezuela protegen las sedes diplomáticas y a las personas que se encuentren en su interior. Desde la perspectiva jurídica se considera a las embajadas, territorio del país del que tienen bandera. En caso de que el desgobierno de Maduro dada la extrema polarización política que existe con el presidente Javier Milei, ordene a la fuerza pública ingresar de manera forzosa, la violación se considerará un acto de guerra, en el entendido que se está atacando el territorio de un país en su sede diplomática. Si sucede, Argentina invocando el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas podrá declarar la legítima defensa con lo que podría iniciarse una guerra, con una condena mundial y de la ONU por la acción de Maduro. En definitiva, estamos ante circunstancias dramáticas que marcan el fin de un tiempo oscuro para Venezuela. Viene un nuevo y gran amanecer.
@OscarArnal
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