En 1989, Lyle y Erik Menéndez asesinaron a tiros a sus padres, José y Kitty Menéndez, en su residencia de Beverly Hills, California. Al principio, los hermanos aparentaron ser hijos afligidos, pero su lujoso estilo de vida tras los asesinatos levantó sospechas.
Por Infobae
Siete meses después de la tragedia, Erik, sin darse cuenta de que estaba grabando su propia historia de suspenso, confesó los detalles a su psicólogo, Jerome Oziel, en una cinta que serviría como su boleto a la fama infame y la detención. En el juicio, la defensa jugó la carta del abuso familiar, mientras que la fiscalía se aferró a la teoría de que todo fue un plan maestro para asegurar la herencia. En 1996, el veredicto fue claro: culpables de asesinato en primer grado y condenados a pasar el resto de sus vidas en prisión.
Quién era Jerome Oziel
Jerome era un psicólogo californiano que se convirtió en una figura clave en el caso de los hermanos Menéndez. Nació y desarrolló su carrera como terapeuta en California y fue conocido principalmente por atender a Erik. Fue durante una sesión no planificada el 31 de octubre de 1989 cuando le confesó el asesinato de sus padres. Oziel grabó esta confesión, lo que eventualmente se convertiría en una pieza crucial de evidencia en el juicio de los hermanos.
Posteriormente, el psicólogo se involucró en una controversia, ya que mantenía una relación con su amante y expaciente, Judalon Smyth. Esto complicó aún más el caso debido a la naturaleza confidencial de su relación con Erik y la polémica alrededor de las grabaciones de la confesión.
¿Por qué fue importante en la confesión de los Menéndez?
La importancia de Jerome Oziel en la confesión de los hermanos Menéndez radica en que fue la primera persona en escuchar a Erik admitir el asesinato de sus padres. La sesión de terapia en la que se abrió y confesó ocurrió dos meses después de los asesinatos, en octubre de 1989. Durante ese encuentro, expresó sus pesadillas y sentimientos de depresión, hasta que finalmente confesó que él y su hermano Lyle habían cometido el doble homicidio.
La información revelada en la sesión fue tan impactante que el psicólogo decidió grabar la confesión, afirmando que tenía “la firme convicción” de que los hermanos planeaban asesinarlo a él también. Esta grabación se convertiría en una pieza clave de evidencia, pero no fue Oziel quien la entregó a la policía, sino su amante, Judalon Smyth.
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