Un vuelo de JetBlue, que tenía destino a San Diego, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Kansas la noche del sábado, porque la tripulación recibió una alerta sobre posible humo en la bodega de carga. Pese a que la respuesta fue rápida, y efectiva, provocó una fuerte preocupación entre los pasajeros.
Por La Nación
El incidente en el vuelo
El vuelo 1189, que partió del aeropuerto JFK en Nueva York con destino a San Diego, fue redirigido hacia Salina, Kansas, alrededor de las 6:30 P.M. JetBlue confirmó que la alarma resultó ser una falsa alerta tras la inspección del avión.
El avión, que era un modelo Airbus A320, descendió más de 30.000 pies (aproximadamente 9.000 metros) en menos de diez minutos, según datos de Flight Radar 24 que marcó BBC News. La situación generó un ambiente tenso entre los 130 pasajeros a bordo.
El jefe del batallón de bomberos de Salina, Derrick Herzog, señaló que no se presentaron problemas significativos, aunque el incidente podría haber tenido origen eléctrico. La tripulación y los servicios de emergencia respondieron de manera eficaz y aseguraron la plena seguridad de todos los pasajeros presentes dentro del avión.
La difícil reacción de los pasajeros
Seth Odell, uno de los viajeros, relató que el piloto informó sobre la alerta de humo, lo que intensificó el nerviosismo en la cabina. Algunos pasajeros mencionaron haber escuchado un fuerte estruendo durante el descenso rápido, lo que colaboró a un mayor miedo sin dudas.
También comentó que algunas personas lloraban y que el momento fue un poco intenso durante esos minutos”. Además, destacó la excelente gestión del equipo al organizar la situación una vez aterrizados.
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