“Tras la pista de la lechuza de oro” es una búsqueda del tesoro.
Por: BBC
Pero no es una búsqueda cualquiera: comenzó en 1993 con la publicación de un libro con 11 acertijos prácticamente indescifrables para encontrar el tesoro y concluyó esta semana, más de tres décadas después, cuando alguien logró desenterrar en Francia una réplica de bronce de una pequeña lechuza en vuelo.
“Se está verificando una solución potencialmente ganadora”, decía un mensaje en la página oficial del juego el jueves a las 6.11 am.
Un segundo mensaje, publicado horas después, daba la orden: “No sigan excavando. Confirmamos que la réplica de la lechuza de oro fue desenterrada en el transcurso de la noche de ayer, y que simultáneamente se presentó una solución”.
Los mensajes -que causaron conmoción en las decenas de miles de personas que participaban en el juego- fueron publicados por Michel Becker, el artista que ilustró el libro original “Sur la Trace de la Chouette d’Or” y esculpió la pequeña estatuilla que resurgió de la tierra 31 años después.
Las reglas
Encontrar la lechuza no era una tarea fácil.
Quienes participaban en el juego debían resolver 11 complicados acertijos (“No hay peor ciego que el que no quiere ver 1 = 530, 3 = 470…” dice uno. “Apertura. Mi primera, primera mitad de la mitad de la primera edad, precede a mi segunda y tercera, buscando su camino…”, comienza otro), que los conducirían a algún lugar de Francia donde hallarían la réplica.
Los acertijos están detallados en el primer libro, escrito por el creador del juego, Max Valentin (cuyo verdadero nombre es Régis Hauser), quien falleció en 2009, y dejó a Becker a cargo del pasatiempo.
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