Cobardes y bribones son los esperpentos intelectuales y materiales de la maldad superlativa. Aquella acción arropa a todo el aparato que mantiene en funcionamiento al ecosistema criminal. No cabe otra acción sino la destinada a detener la ignominia, su costo de permanencia en el poder aumenta cada día. La Constitución está suspendida. No escapará del largo brazo de la justicia.
La mentira es una ficción y no se sostiene. Con su política delincuencial de a sangre y fuego se va desgastando. La deriva autoritaria tiene que terminar.
El primer modo de resistencia es vivir en la verdad y negarnos a vivir en la mentira.
Hay que predicar y vivir en la virtud republicana, dando testimonio y afirmando los valores de la dignidad, autonomía moral y pensamiento crítico en cada una de nuestras acciones. No hay viento a favor para quien no sabe a dónde se dirige.
El régimen vive en la falsedad y maldad extrema y somos conscientes de que los pequeños y potentes actos genuinos particulares de resistencia tienen poder transformador.
Como sucede a nivel personal tenemos también como comunidad democrática el deber inescapable de realizar un corte de cuentas para estimar las ganancias y pérdidas de las estrategias que se vienen aplicando. Y debemos sopesar cómo andamos en eso de los rendimientos marginales vistos junto con los resultados alcanzados por los esfuerzos invertidos en la estrategia en marcha. Si evaluamos con seriedad, racionalidad y consistencia que la estrategia en curso llegó al “llegadero”, con rendimientos marginales-menores, debemos tener el coraje y la honradez de cambiarla por otra más efectiva y aplicarla a este difícil entorno político-criminal que nos rodea. No es racional decir que solo hay plan a, resulta necesario disponer de plan b y c , y pare de contar.
Sabemos que el régimen es insostenible y caerá, con la condición de que demos en el blanco con la estrategia efectiva.
El centro de la acción política, como en la vida individual, no solo es hablar con la verdad, sino vivir en la verdad.
No obstante, un enorme avance está a la vista, se han derribado las barreras que desunían a los venezolanos bajo el esclarecido y genuino liderazgo de María Corina Machado. Nuestra lucha por la libertad se ha convertido en una causa global. Los embajadores ante la OEA se retrataron con las actas que proclaman el triunfo democrático.
¡Libertad para Javier Tarazona, los policías metropolitanos, los comandos de Vente, Rocío San Miguel, Dignora Hernández, Henry Alviarez, Carlos Julio Rojas y los hermanos Guevara! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados