Los docentes iniciaron el nuevo año escolar con salarios paupérrimos y golpeados por la inestabilidad política, económica y social que enfrenta el país.
Por: Corresponsalía lapatilla.com
Y es que desde el 1° de octubre, progresivamente los estudiantes de educación primaria, bachillerato y universidad han ido retornando a las aulas de clases luego del acostumbrado receso vacacional del periodo julio-septiembre, marcado además por un proceso de elección presidencial.
Los docentes siguen trabajando con bajos sueldos que no son cónsonos con la realidad económica, y el alto costo de la vida no permite brindarle estabilidad a su grupo familiar.
Sin importar el grado de formación académica de los profesionales de la educación, a la fecha devengan salarios no superan los 50 dólares mensuales.
El Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) informó que la Canasta Alimentaria Familiar (CAF) de agosto 2024 ubicó en 22.812,07 bolívares, lo que equivale a 539 dólares.
Si bien es cierto, reciben el beneficio del bono a través de la Plataforma Patria, este resulta insuficiente para cubrir todos los gastos del núcleo familiar, como alimentación, transporte, vestido, educación, entre otros.
La mayoría de los docentes se emplean en otros oficios en sus tiempos libres para compensar el déficit salarial existente.
Algunos dictan tareas dirigidas, otros emprendieron pequeños negocios propios, trabajan con venta de bienes raíces y seguros funerarios, que dejan ciertas comisiones que permiten subsistir para cubrir los gastos que con el salario regular no les alcanza.
Desde hace algunos años el movimiento intersindical del magisterio de la educación ha venido emprendiendo una lucha continua para reinvidicar la labor de los docentes a través de la contratación colectiva, así como la renovación y cumplimiento de los beneficios contractuales suscritos en esta.
Sin embargo, en más de una oportunidad han hecho el llamado a las autoridades nacionales con competencia en la materia, sin que a la fecha tengan respuesta a sus peticiones como gremio docente.
Han desarrollado una agenda continua de acciones pacíficas de calle en diferentes espacios sin ser escuchados.
Aunque no pierden la fe, gran porcentaje de los educadores han abandonado las aulas de clases, incluso, han salido del país en búsqueda de mejores oportunidades laborales.