Se suponía que serían unas vacaciones de primavera relajantes en casa después de su primer año en la universidad, pero se convirtieron en una tragedia para Anjelica “AJ” Hadsell, quien fue secuestrada y envenenada por una de las personas más cercanas a ella en 2015.
Por People
La joven de 18 años estuvo desaparecida de la casa de su familia en Norfolk, Virginia, durante semanas antes de que la policía finalmente encontrara su cuerpo tirado en una zanja. Al parecer, había sido envenenada intencionalmente con una sobredosis de heroína.
Los investigadores pronto dirigieron su atención a su padrastro, Wesley Hadsell, de quien PEOPLE informó anteriormente que tenía antecedentes penales que incluían condenas por robo a banco, allanamiento y robo.
El padrastro mantuvo durante mucho tiempo su inocencia, y lo sigue haciendo hasta el día de hoy, pero una investigación sobre su participación finalmente llevó a un juez a decir que había evidencia “abrumadora” en su contra cuando fue condenado por el cruel asesinato de su hijastra.
Nueve años después del asesinato de la joven de 18 años, PEOPLE analiza el caso.
El secuestro de AJ
AJ era una jugadora de softbol en la Universidad de Longwood con un futuro brillante, según las autoridades.
“Era una deportista. Era muy extrovertida”, dijo el detective de la policía de Norfolk David Benjamin durante un episodio de Dateline, que examinó el caso. “No tenía problemas con las drogas ni el alcohol, realmente se comportaba de manera recta”.
Estaba pasando por una ruptura en el momento en que regresó a casa para las vacaciones de primavera, según Dateline , lo que llevó a su madre Jennifer Wright a creer que su hija estaba desahogándose cuando desapareció después de enviar un mensaje de texto que decía que había “salido con amigos”.
Sin embargo, después de que AJ no regresó a casa y un viejo amigo, Corey French, encontró un trozo de su tarjeta de crédito en la calle, los investigadores comenzaron a buscar con más urgencia a la adolescente desaparecida.
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