La moral es el fundamento de la política y de la economía, aunque usted no lo crea. Sin moral la política se convierte en diatriba y violencia. Sin moral, la economía, donde cunde la desconfianza, deja de funcionar y deviene en pobreza.
Las recomendaciones contenidas en el célebre tratado de Maquiavelo, El príncipe, conducen al Príncipe a la toma del poder, y de esta manera, termina satisfaciendo su ambición de dinero y dominio. En un contexto en el cual la condición de los demás, es irrelevante.
El banquero codicioso, amasa dinero y poder, mientras que los ahorristas y depositantes, que le proveen de recursos, le importan muy poco.
La brújula moral guía al hombre. Algunos la tienen rota, y es por eso que terminan como psicópatas abusando de los demás, y disfrutando grandemente del mal que hacen, gracias a su sagacidad. Otros, tienen la brújula sin calibrar, viven de la ocasión, y van del timbo al tambo. En contraste, la brújula calibrada, conduce al bien propio y al de los demás.
Los individuos con la brújula mal calibrada confunden, en el fondo, la posibilidad con la probabilidad. Si se conducen mal, piensan que les va a salir bien, ¿Por qué? Porque alguno que hizo el mal, le salió bien. Por ejemplo, Idi Amin, presidente de Uganda, uno de los déspotas más crueles de la historia, acabó con la vida de entre cien mil y medio millón de personas, vivió sus últimos años tranquilo, entre comillas, protegido en Arabia Saudita.
¿Hacer el mal y salir bien librado es posible?: Si, pero es poco probable, sobre todo si se hace frecuentemente. Mientras más veces se haga, mayor probabilidad tendrá de recibir la respuesta castigo. Es igual que el que juega a la lotería. Porque algún mortal la termina ganando, el confuso se pregunta: ¿Y, por qué yo no?
Torpe es andar por el mal camino y no corregir, seguir como un adicto transirtándolo despreocupado.
¿A qué viene todo este tema sobre la moral?, asunto que puso de moda en occidente Aristóteles y Platón, en las próximas líneas lo veremos.
La caída económica y moral que padeció Venezuela en el último cuarto del siglo XX, se debió, en buena parte, a la codicia de los banqueros. Ellos compraron a los dirigentes políticos de AD y COPEI, entre otros, y lograron redactar las leyes financieras para su exclusivo provecho. Esto condujo, irreversiblemente, a la debacle bancaria de 1994, tragedia que tuvo consecuencias terribles para los ahorristas que perdieron la mitad de sus ahorros. Unido a esto, se desplomó la confianza de la población en los políticos y las instituciones, y con ello, se fraguó el advenimiento del “nuevo Simón Bolívar”, el salvador, en la figura del “comandante inmortal”.
Este es el tema que abordamos en nuestro próximo libro CODICIA, Auge y Declive de la Cúpula Bancaria (1974-1994), que presentará AB Ediciones, de la Universidad Católica Andrés Bello, en la Feria del Libro de esa casa de estudios, que tendrá lugar en el mes de noviembre de este año. ¡No se lo pierdan!
Gerardo Lucas. Economista/Historiador. gerardolucas.wordpress.com