Hija de inmigrantes creció en la pobreza y logró cumplir su sueño de ser policía en Texas

Hija de inmigrantes creció en la pobreza y logró cumplir su sueño de ser policía en Texas

Migdalia Gamiz nació en México y cuando tenía dos años llegó con su familia a los Estados Unidos en busca de nuevas y mejores oportunidades. Facebook: Unidos por Waco y Migdalia Gamiz

 

Día tras día, desde 2018, Migdalia Gamiz, una de las detectives de la Unidad de Crímenes Especiales de Waco, Texas, reafirma su compromiso de ayudar a la comunidad en el combate contra el delito y en la lucha para que las víctimas reciban justicia. Hacerlo siempre fue su sueño, aunque tuvo que recorrer un largo camino desde su México natal para lograrlo.

Por La Nación 





Migdalia Gamiz tenía dos años de edad y llegó con su familia a los Estados Unidos en busca de nuevas y mejores oportunidades. Los Gamiz se establecieron en Robinson, un pueblo a unos 10 km de Waco, donde su madre se dedicó a criarla junto a sus hermanos, mientras su padre trabajaba en una granja. Allí nació su vocación por ser policía. “Cuando era niña, siempre le decía a mi mamá que iba a ser oficial de policía, y finalmente lo hice”, cuenta en diálogo con kcentv.

“No éramos ricos ni nada por el estilo. Crecimos pobres. Mi papá trabajó en una granja durante 30 años. Mi mamá se quedó en casa con nosotros hasta que cumplimos la mayoría de edad, y luego consiguió un trabajo”, recuerda la detective. Sin embargo, no duda en afirmar: “Me encanta que nos hayan traído aquí. Es el sueño americano que todo el mundo desea tener, especialmente viniendo de un país donde no hay muchos beneficios”.

Texas, el lugar donde cumplió sus sueños

La certeza de que vivir en Estados Unidos suponía cumplir los sueños fue una máxima que la acompañó toda su vida y frente a la que ningún obstáculo en el camino pudo detenerla. Así, su origen humilde fue un motor que la impulsó a obtener un doctorado en justicia criminal en la sede de la Universidad de Medellín de Texas. Su origen latino, en tanto, le dio la oportunidad de ser bilingüe, un recurso que valoran todos sus compañeros en la fuerza. Lo que para otros puede ser un problema para Migdalia es una fuente de energía.

“Saber que puedo hablar español y que soy bilingüe y puedo ayudar a las víctimas y a cualquiera en la comunidad es una gran ventaja. Suelo ayudar a mi equipo a hablar con las víctimas en muchos casos y es bastante común que me llamen de otras unidades para que los asista hablando en español”, relata.

Hoy su máxima aspiración es inspirar a otras mujeres a sumarse a la policía, por lo que es una ferviente seguidora de la Iniciativa 30×30, un movimiento nacional para aumentar la representación de las mujeres en las clases de la policía al 30% en 2030. Actualmente, según detallan desde la Iniciativa, las mujeres representan solo el 12% de los oficiales juramentados y el 3% de los líderes policiales en los EE. UU.

Inspirar a los demás

Para Migdalia, esto implica un doble beneficio, no solo es importante en el camino en la lucha por la igualdad de las mujeres en todos los ámbitos, sino que es un plus para mejorar la relación de la policía con la sociedad. “Las personas se toman diferentes a las mujeres. Somos una figura singular, más accesible. A veces somos una figura maternal. También tenemos esa naturaleza tranquilizadora, y eso a veces ayuda a aliviar las situaciones”, detalla. “Ponte una meta y hazlo. No dejes que el hecho de que algo sea un campo dominado por hombres te impida cumplir tu sueño”, alienta.

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