La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), informó que los presos venezolanos viven en menos espacio del que ocupan sus propios pies. Por lo tanto, la capacidad que apenas alcanza para un tercio de la población reclusa, las celdas en las prisiones están abarrotadas, lo que provoca la propagación de enfermedades y el deterioro físico y psicológico de los internos.
Por lapatilla.com
Mediante una infografía publicadas en sus redes, la OVP expone que la capacidad real es de 16.230 plazas instaladas con una población penintenciaria de 30.000 personas privadas de libertad aproximadamente y que se desaprovechan 10.008 plazas por la clausura de 18 recintos peninteciarios.
En una celda diseñada para 10 personas, sobreviven 30 o más reclusos. Según el estándar internacional, una celda para 4 personas debe tener 10 metros cuadrados (2,5 metros por cada recluso). En Venezuela, los presos tienen menos de 1 metro cuadrado para dormir y moverse.
El hacinamiento contribuye a la propagación de enfermedades como tuberculosis, VIH y enfermedades respiratorias. Se estima que más del 20% de los presos en Venezuela tienen algún tipo de enfermedad contagiosa.
Con un hacinamiento crítico de 184,84%, Venezuela está entre los países con mayor índice de hacinamiento carcelario en América Latina, superada por Haití, El Salvador y Guatemala.