En medio de uno de sus acostumbrados berrinches, el presidente de la espuria Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, exigió el rompimiento de relaciones diplomáticas y comerciales de Venezuela con España.
La rabieta fue producto del reconocimiento a Edmundo González Urrutia como Presidente Electo de Venezuela aprobado por el Congreso Español y el asilo dado a miles de perseguidos politicos venezolanos.
En medio de su pataleta, el psiquiatra del regimen de Maduro, también exigió abolir la monarquia en España y hasta se burló del Rey Felipe VI y de su familia.
Al margen de los cada vez más frecuentes ataques de ira de Jorge Rodriguez, desde una perspectiva economica, este enfrentamiento podría significar un duro revés para la ya muy deteriorada estabilidad de Venezuela.
Económicamente, la ruptura podría impactar fuertemente las inversiones y el comercio bilateral.
España ha sido un socio comercial muy importante para Venezuela, y la interrupción de las relaciones puede resultar en la disminución de intercambios comerciales, afectando a sectores clave como la energía, la banca, las telecomunicaciones, el turismo, el comercio y la industria.
En nuestro pais viven más de dos millones de españoles y el intercambio comercial supera los 3 mil millones de euros.
Entre las empresas españolas más importantes que operan en Venezuela, cabría mencionar la telefónica Movistar, la petrolera Repsol, la aseguradora Mapfre, los hoteles Hesperia y Melia, la línea aérea Air Europa y otras como Alcatel, BBVA Provincial, Editorial Planeta, Santillana, Elecnor, Adecco, Dragados, Duro Felguera, Telvent, Sintel y miles de pequeños, medianos grandes comercios.
Asimismo medios especializados reportan que Venezuela es el sexto país de América y el noveno en el mundo en albergar más ciudadanos españoles, eso sin contar los millones de descendientes directos de ciudadanos españoles.
Con este nuevo arrebato de Jorge Rodríguez los canales de comunicación entre ambos países se han exacerbado a tal punto que pareciera inminente un rompimiento de relaciones.
La falta de diálogo y la desesperación de quienes como él y su jefe, Nicolás Maduro, pretenden mantenerse en el poder por la fuerza, puede llevar a un aumento en la polarización de las posturas radicales, no solo con España, sino con otros paises europeos también.
Un eventual rompimiento podría tambien tener consecuencias nefastas para la diáspora venezolana en España.
Con una comunidad significativa de venezolanos en el país ibérico, los cambios en las relaciones pueden afectar los lazos familiares y sociales, así como provocar un aumento en la xenofobia y la discriminación.
En el ámbito regional, la ruptura puede influir en la dinámica de las relaciones entre Venezuela y otros países de la Unión Europea, y aumentar su dependencia de aliados como Rusia y China, entre otras autocracias, en contraposición a los valores democráticos promovidos por España y otros estados europeos.
En resumen, las implicaciones de un rompimiento de relaciones diplomáticas y comerciales entre Venezuela y España son complejas y multifacéticas, afectando desde la política interna hasta la economía y las relaciones internacionales, contribuyendo a un entorno más incierto tanto para los ciudadanos de ambos países como para la comunidad internacional.