Perder a un ser querido en el extranjero es una experiencia realmente difícil para los familiares. Pero, enfrentarse a la negligencia de una funeraria, es aún peor y eso fue justo lo que le pasó a una familia que quiso repatriar el cuerpo de una mujer y vivió una pesadilla.
Por El Tiempo
Carmen Maldonado era una mujer de 96 años quien falleció en Queens, Nueva York. Pero su familia quería que sus restos descansaran en su país de origen, Ecuador, sin imaginar que vivirían una terrible experiencia.
Los hijos de Maldonado contrataron a la funeraria RG Ortiz para que los ayudara a transportar el cuerpo de su madre hasta Quito, poco después de su muerte el pasado 18 de mayo. No obstante, la negligencia de la empresa fue tal que ahora está enfrentando una demanda.
Y es que en lugar de llevar los restos al país solicitado, el cuerpo de Carmen Maldonado terminó en Guatemala en donde permaneció durante dos semanas.
Inicialmente la compañía había sido contratada para realizar un pequeño velorio en el Bronx. Posteriormente, sería la encargada de enviar los restos hasta Ecuador para llevar a cabo un segundo servicio funerario y finalmente el entierro. Sin embargo, el ataúd de Maldonado apareció en el país latinoamericano equivocado.
Lo que es peor, la compañía ni siquiera estaba consciente de su error, o al menos no querían aceptarlo. La familia de la fallecida se enteró de lo que había pasado luego de que un conocido encontrara un video en TikTok en el que una persona de Guatemala denunciaba que había llegado el cuerpo de una mujer sin que se hubiera solicitado.
Fue hasta ese momento cuando la funeraria aceptó su error y entonces comenzó a planificar todo para trasladar los restos hasta Ecuador. Pero no habían preparado debidamente el cuerpo.
Cuando finalmente pudieron ver los restos de su madre, se impresionaron al darse cuenta de su nivel de descomposición. De hecho, el abogado de la familia, Phil Rizzuto, le dijo al medio de New York Post: “la piel de las manos se estaba cayendo, así que tuvieron que envolverlas en film transparente. No puedo imaginar cómo se siente la familia o lo que pasó cuando vieron eso”.
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