Muerte de periodista ucraniana aumenta el temor por los civiles en cautiverio ruso

Muerte de periodista ucraniana aumenta el temor por los civiles en cautiverio ruso

Viktoria Roshchina. Foto: Stas Jurtschenko, Grati

 

Los ucranianos recuerdan a la periodista de 27 años Victoria Roshchina, cuya muerte en circunstancias poco claras en cautiverio ruso se confirmó el jueves, y han pedido presión internacional contra Rusia por el trato dado a miles de civiles cautivos.

La muerte de la joven periodista, que pasó más de un año en cárceles rusas tras ser detenida en los territorios ocupados, ha conmocionado a muchos en Ucrania, incluidos colegas periodistas y activistas por los derechos humanos.





“¿Qué hicieron los rusos con ella? Pido a todas las organizaciones de periodistas que exijan una respuesta a Rusia”, subrayó Oleksandra Matviichuk, cogalardonada con el Premio Nobel de la Paz 2022, después de que la Fiscalía General de Ucrania iniciara el viernes una investigación sobre la muerte de Roshchina.

“Tenemos todas las razones para creer que su muerte fue consecuencia de un homicidio intencionado o de los malos tratos y la violencia que sufrió durante su estancia en cautiverio ruso”, señala también una declaración abierta firmada por el momento por más de un centenar de periodistas ucranianos.

Trabajo y detención

La reportera murió durante un traslado entre dos centros de detención mientras se estaba preparando su regreso a Ucrania en un intercambio, confirmó el jueves la inteligencia militar ucraniana, tras recibir la información de Rusia.

Roshchina, que colaboraba con importantes medios ucranianos como Ukrainska Pravda y Hromadske, era una periodista valiente y de principios que ignoró el peligro para informar desde los territorios ocupados por Rusia, recuerdan sus colegas.

Fue detenida por primera vez por Rusia tras escribir varios reportajes desde Berdiansk, en Zaporiyia, inmediatamente después de la ocupación de la ciudad en 2022. Roshchina fue puesta en libertad tras grabar un vídeo en el que afirmaba no tener ninguna queja sobre el trato recibido.

Volvió a viajar a los territorios ocupados en agosto de 2023 y desapareció poco después; Rusia no confirmó su detención hasta mayo de 2024.

Según Yaroslav Yurchishin, jefe de la comisión de libertad de expresión del Parlamento ucraniano, Roshchina inició una huelga de hambre por el trato inhumano durante su cautiverio.

La Iniciativa de Medios por los Derechos Humanos (MIHR) de Ucrania señala que Roshchina pasó al menos varios meses en una tristemente célebre prisión de la ciudad rusa de Taganrog, conocida por su trato especialmente cruel a los ucranianos cautivos.

“Los prisioneros son golpeados a su llegada, durante los registros e interrogatorios diarios. Se les obliga a confesar delitos que no han cometido”, subraya la ONG.

“Oíamos gritos todo el tiempo: siempre había alguien que estaba siendo golpeado en alguna parte”, declaró a la ONG un soldado y antiguo prisionero.

Periodistas ucranianos han llamado a las organizaciones internacionales, como el Comité Internacional de la Cruz Roja y la ONU, a tomar medidas urgentes para comprobar las condiciones y proteger los derechos de sus 29 colegas que permanecen en cautiverio ruso.

Cautivos civiles

Las principales organizaciones internacionales casi no tienen acceso a las zonas ocupadas y sólo tienen acceso limitado a los ucranianos cautivos en Rusia, según Kiev y las familias de los cautivos.

La Cruz Roja y otras fuentes han confirmado hasta el momento la presencia de 1.700 civiles, entre ellos más de 400 mujeres, en cautiverio ruso, según declaró el viernes el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, durante su visita al Vaticano.

El número real es probablemente mucho mayor y su situación es un tema doloroso para muchos ucranianos, dijo mientras pedía al Papa Francisco apoyo para traerlas de vuelta a casa.

Hasta el momento, sólo 170 civiles han sido liberados por Rusia en el marco de intercambios de prisioneros de guerra, según una asociación de familias de civiles cautivos.

Casi todos los que regresan del cautiverio necesitan atención médica y rehabilitación a largo plazo, alega Kiev.

Toda la población de los territorios ocupados ha tenido que someterse a controles de los servicios de seguridad rusos sobre sus opiniones políticas y posibles vínculos con el ejército y las autoridades ucranianos o el movimiento de resistencia clandestino.

Hasta ahora, la policía ucraniana ha encontrado 88 centros de detención en las zonas que fueron liberadas en 2022 en el norte, sur y este de Ucrania, calificados de “cámaras de tortura” por el trato recibido por aquellos considerados sospechosos y detenidos.

EFE