NYT: Gustavo Dudamel visita Nueva York con una promesa y una advertencia

NYT: Gustavo Dudamel visita Nueva York con una promesa y una advertencia

Gustavo Dudamel al frente de la Filarmónica de Los Ángeles en el Carnegie Hall, donde la orquesta inauguró la temporada con tres conciertos.Credit…Chris Lee

 

“Hogar” es un concepto escurridizo en la música clásica, una forma de arte global de viajes constantes y trabajos que exigen reubicarse durante meses o años.

Por The New York Times





El director de orquesta superestrella Gustavo Dudamel, quien será el próximo director musical y artístico de la Filarmónica de Nueva York en 2026, reside en Madrid con su familia. Podría decirse que es su hogar. Sin embargo, en una entrevista reciente con The Los Angeles Times, dijo que siempre pensaría en su natal Venezuela como su hogar. Y, tras 15 años al frente de la Filarmónica de Los Ángeles, el sur de California también lo es.

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“Me voy a Nueva York, por supuesto”, dijo Dudamel, “pero Los Ángeles es mi casa”.

Comentarios como éste son un recordatorio de que, por ahora, Nueva York tiene poco para reclamar como suyo a Dudamel. La Filarmónica de Los Ángeles sigue siendo su casa orquestal: allí ha dirigido el estreno de unas 300 obras, ha fundado un inmenso programa de orquestas juveniles y ha alcanzado el estatus de celebridad en una ciudad de celebridades.

Tal vez haya pistas sobre el futuro neoyorquino de Dudamel en su presente en Los Ángeles, que esta semana tuvo una demostración estimulante a lo largo de tres veladas en el Carnegie Hall. Dirigió a la Filarmónica de Los Ángeles en conciertos que reflejaron su don para programar cosas imprescindibles y su imparcialidad por los géneros, su creencia, bien recibida, de que a un nivel suficientemente alto, toda la música puede ser arte.

Pero Dudamel no está exento de debilidades. Aunque puede ser brillante fuera de los caminos trillados, es menos claro y perspicaz en los clásicos. En ese sentido, su visita al Carnegie es a la vez una señal prometedora y una advertencia.

Siempre ha sido algo irregular. Sus primeras grabaciones de Beethoven, con la Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar de Venezuela, apenas sobresalen en un campo abarrotado. Hace dos años, dirigió a la Filarmónica de Los Ángeles en el Carnegie en una interpretación de la Sinfonía n.º1 de Mahler que careció de visión y precisión.

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