Residentes del municipio Santiago Mariño, estado Aragua, han manifestado su preocupación por la ubicación de la Unidad Educativa Privada Coronel Juan José Rondón, situada en plena avenida Intercomunal, una zona predominantemente comercial e industrial.
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A pesar de que se han instalado reductores de velocidad como “policías acostados”, los vecinos consideran que estas medidas no son suficientes para garantizar la seguridad de los estudiantes y cuestionan la idoneidad de la ubicación.
“Esta es una zona donde transitan camiones de carga y vehículos pesados constantemente. No es un área que se preste para tener un colegio, mucho menos uno que recibe niños desde preescolar”, comenta una vecina que prefirió mantenerse en el anonimato.
A lo largo de la avenida, se pueden observar comercios y fábricas, lo que ha generado inquietud en cuanto a los riesgos de accidentes viales y la exposición a un entorno industrial que, según los habitantes, no es propicio para una institución educativa.
Además, los vecinos señalan que la permisología del centro educativo ha generado dudas.
“Nos preguntamos cómo es posible que se haya autorizado la construcción de un colegio aquí. Por más que hayan colocado reductores de velocidad, esto no convierte a la avenida en una zona escolar”, subraya otro residente.
Aseguran que no se han visto controles efectivos de tránsito ni la presencia de oficiales que regulen el flujo vehicular a la hora de entrada y salida de los estudiantes, lo que hace que la situación sea aún más preocupante.