Las autoridades policiales de Florida arrestaron a 157 individuos durante una redada contra el tráfico de personas, incluidos 25 inmigrantes ilegales, algunos de los cuales recibieron beneficios del gobierno federal después de ingresar al país.
Por New York Post
El sheriff del condado de Polk, Grady Judd, se unió a representantes de varias otras agencias de aplicación de la ley de lugares como el condado de Marion, el condado de Lake, Auburndale, Clermont, Davenport, Winter Haven, Lakeland y Tampa, cuando anunció que la “Operación Autumn Sweep” resultó en el arresto de 157 sospechosos involucrados en actos ilegales relacionados con la solicitud de servicios de prostitutas, la oferta de servicios de prostitución y la complicidad con prostitutas. Otros tres fueron arrestados por viajar para agredir sexualmente a niños.
El operativo se inició el 2 de octubre y la investigación encontró que se identificaron cuatro posibles víctimas de trata de personas entre las 47 trabajadoras sexuales que se presentaron en lugares encubiertos para ejercer la prostitución.
La oficina de Judd dijo que 96 sospechosos fueron arrestados por solicitar prostitución, y de las 157 personas arrestadas, hubo 35 delitos graves y 201 delitos menores emitidos.
“La llegada del huracán Milton nos obligó a terminar nuestra investigación antes de lo previsto, pero aun así es sorprendente que en tan poco tiempo hayamos podido encarcelar a 157 personas y a tres depredadores de menores”, afirmó Judd.
De las 157 personas que fueron arrestadas, explicó el sheriff, 25 estaban en Estados Unidos ilegalmente procedentes de países como Cuba, Colombia, Guatemala, Honduras, México y Venezuela.
“El 16 por ciento de estos arrestos totales fueron personas que ni siquiera deberían haber estado en este país”, indicó el sheriff. “Pero estaban aquí, y lo hicieron porque tenemos un gobierno federal que permitió que estos criminales ingresaran al país y los trató muy bien después de que llegaron ilegalmente”.
Judd contó la historia de una sospechosa que llegó a Estados Unidos con su hijo. La mujer reveló a los investigadores que había volado a México desde Venezuela y luego había cruzado caminando la frontera desde México hasta El Paso, Texas, junto a su hijo.
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