Venezuela ha enfrentado dos grandes apagones en los últimos años, uno en 2019 y otro en 2024, que paralizaron el país durante varios días, afectando gravemente a todos los sectores de la sociedad. A estos eventos catastróficos se suma una continua crisis eléctrica marcada por bajones de luz constantes que afectan a la mayoría de los estados del país.
Por: LaPatilla.com
Los expertos nacionales e internacionales, con respecto al ámbito eléctrico de Venezuela, coinciden en que las causas de estos apagones son multifactoriales, y sus consecuencias han sido devastadoras para la población y la infraestructura del país.
Sabotajes: ¿Verdad o Excusa?
Tanto en 2019 como en 2024, el régimen de Nicolás Maduro ha atribuido los apagones a supuestos ataques de sabotaje orquestados por factores externos, incluyendo a gobiernos extranjeros. Sin embargo, expertos en ciberseguridad y análisis de redes eléctricas, como el investigador estadounidense Joseph Weiss, han cuestionado esta versión oficial.
Según Weiss, aunque los sistemas eléctricos pueden ser vulnerables a ataques cibernéticos, no hay pruebas contundentes que respalden las afirmaciones del gobierno venezolano.
“Para que un ataque de esa magnitud ocurra, se necesitaría un nivel de sofisticación que no hemos visto en ningún otro lugar del mundo, ni siquiera en sistemas eléctricos mucho más vulnerables”, comentó Weiss en el año 2020, haciendo un análisis sobre el apagón de 2019.
Bajones de Luz: La Nueva Normalidad
Aparte de los mega apagones, Venezuela enfrenta bajones de luz constantes que afectan la calidad de vida de los ciudadanos y se dañan los electrodomésticos.
Los expertos explican que estos bajones son resultado de la falta de capacidad para regular la demanda eléctrica en un sistema que está al borde del colapso.
“El sistema eléctrico venezolano está operando de manera inestable. Cuando la demanda supera la oferta disponible, se generan estos bajones”, comentó Nelson Hernández, experto en energía y académico venezolano.
El panorama del sistema eléctrico en Venezuela, sigue siendo incierto para el futuro. A menos que se realicen inversiones significativas en la modernización del sistema, la diversificación de las fuentes de energía y el mantenimiento de las plantas existentes, los venezolanos continuarán enfrentando apagones y bajones que afectarán su vida diaria y el desarrollo económico del país.
Los mega apagones de 2019 y 2024 son una clara evidencia de la crisis estructural del sistema eléctrico en Venezuela. Las causas incluyen la falta de inversión, el deterioro de la infraestructura, la corrupción y la emigración masiva de talento técnico. Las consecuencias han sido devastadoras, afectando la economía, los servicios básicos y la vida diaria de los venezolanos.