Recomendaciones y formas de contagios: la polio reactiva alarmas en una Venezuela con crisis sanitaria

Recomendaciones y formas de contagios: la polio reactiva alarmas en una Venezuela con crisis sanitaria

Foto: Archivo referencial

 

Las alarmas de salud pública en Venezuela se han activado tras la confirmación de un caso de poliomielitis en el país. La noticia ha sorprendido a muchos, ya que la enfermedad se consideraba erradicada en gran parte del mundo, incluida Venezuela.

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Este incidente ha puesto en evidencia la necesidad de reforzar las campañas de vacunación y concientización, especialmente en un país que enfrenta desafíos en su sistema de salud.

¿Qué es la poliomielitis y cómo se contagia?

La poliomielitis, comúnmente conocida como polio, es una enfermedad viral altamente infecciosa causada por el poliovirus. El virus afecta principalmente a niños menores de cinco años, pero también puede infectar a personas de todas las edades, sobre todo si no están inmunizadas. La infección puede provocar parálisis en cuestión de horas y, en los casos más graves, puede ser mortal al afectar los músculos responsables de la respiración.

El contagio ocurre por la vía fecal-oral, es decir, cuando una persona ingiere alimentos o agua contaminados con heces que contienen el poliovirus. También puede propagarse a través de gotículas respiratorias, aunque este mecanismo es menos frecuente. Las condiciones de hacinamiento, la falta de acceso a agua potable y las deficiencias en el saneamiento son factores que aumentan el riesgo de transmisión, especialmente en comunidades vulnerables.

El regreso de la polio en Venezuela: un llamado de alerta

La confirmación de un caso de polio en Venezuela, este año 2024, marca un retroceso en la lucha contra una enfermedad que, gracias a las campañas de vacunación masiva, estaba controlada.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), América Latina fue declarada libre de polio en 1994, lo que hizo que este virus quedara prácticamente fuera de la conciencia colectiva. Sin embargo, la crisis socioeconómica que ha golpeado a Venezuela en la última década ha dejado secuelas en el sector salud, afectando las campañas de vacunación y el acceso a servicios básicos, lo que crea un entorno propicio para la reaparición de enfermedades prevenibles.

El Ministerio del Poder Popular para la Salud (Mpps) señaló que el caso confirmado proviene de una zona rural del país, lo que refuerza la idea de que las áreas con menor cobertura de vacunación y condiciones sanitarias precarias son las más vulnerables. La situación plantea la urgencia de fortalecer las medidas preventivas y reactivar campañas de vacunación en todo el territorio nacional.

Formas de prevención y recomendaciones médicas

Afortunadamente, la poliomielitis es una enfermedad prevenible mediante la vacunación. Existen dos tipos de vacunas contra la polio: la vacuna inactivada (IPV) y la vacuna oral (OPV). Ambas han demostrado ser altamente efectivas para prevenir la propagación del virus y han sido la base de las campañas de erradicación mundial. En Venezuela, históricamente se ha usado la vacuna oral, que tiene la ventaja de ser más fácil de administrar y proporcionar inmunidad tanto individual como comunitaria al reducir la transmisión del virus.

Frente a este nuevo caso de poliomielitis, es crucial seguir una serie de recomendaciones que permitan prevenir la propagación del virus en el país:

1. Vacunación masiva e inmediata

La OMS y las autoridades sanitarias nacionales recomiendan que todos los niños menores de 5 años reciban el esquema completo de vacunación contra la polio, que consta de varias dosis administradas en diferentes etapas de la infancia. En el caso de adultos que no hayan sido vacunados en su niñez o que no estén seguros de haber completado el esquema, se les recomienda vacunarse cuanto antes. La vacunación masiva es la herramienta más efectiva para evitar un brote de poliomielitis.

El Mpps aseguró que reforzará sus programas de inmunización en las zonas más afectadas y en aquellas que presentan bajas coberturas de vacunación. Sin embargo, es esencial que se garantice el acceso a la vacuna en todo el territorio, y que la población acuda a los centros de salud para cumplir con este protocolo.

2. Mejora en el saneamiento y acceso a agua potable

Dado que la poliomielitis se propaga principalmente a través del contacto con heces infectadas, es fundamental garantizar la adecuada disposición de aguas residuales y mejorar el acceso a agua potable.

Las autoridades sanitarias deben trabajar en conjunto con organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales para mejorar las infraestructuras de saneamiento, especialmente en las comunidades rurales y las zonas urbanas más empobrecidas.

Además, la población debe ser consciente de la importancia de mantener hábitos de higiene, como lavarse las manos con agua y jabón de forma regular, sobre todo antes de preparar alimentos y después de usar el baño.

3. Detección temprana y tratamiento adecuado

Aunque no existe una cura específica para la poliomielitis, el tratamiento de los síntomas y la detección temprana pueden marcar una gran diferencia en la recuperación de los pacientes. Ante cualquier señal de fiebre, rigidez muscular o debilidad en las extremidades, es importante acudir de inmediato a un centro de salud para realizar los exámenes correspondientes y recibir atención médica.

Las autoridades deben garantizar que los centros de salud cuenten con los recursos necesarios para diagnosticar la polio y tratar sus complicaciones. Además, es vital educar a los profesionales de la salud sobre los protocolos de manejo de la enfermedad, ya que muchos médicos jóvenes nunca han tratado un caso de poliomielitis, dado que la enfermedad había sido erradicada en la región.

4. Concientización pública y vigilancia epidemiológica

La difusión de información veraz y actualizada es clave para evitar la desinformación y el pánico. Las campañas de concientización deben dirigirse a todas las comunidades, explicando las formas de contagio, los síntomas y la importancia de la vacunación. Para ello, el Estado venezolano y los medios de comunicación tienen un rol crucial, especialmente en las redes sociales, donde la desinformación puede propagarse rápidamente.

Al mismo tiempo, es necesario fortalecer los sistemas de vigilancia epidemiológica para detectar y contener cualquier posible nuevo caso de polio. Las autoridades deben ser capaces de rastrear contactos y tomar medidas inmediatas para evitar la expansión del virus.

El reciente caso de poliomielitis en Venezuela en 2024 nos recuerda que, aunque muchas enfermedades han sido controladas o erradicadas en el pasado, siguen siendo una amenaza si no se mantienen los esfuerzos de vacunación y las condiciones de salud pública adecuadas.

En una Venezuela con dificultades para mantener su infraestructura de salud, es urgente que tanto las autoridades como la población actúen de manera rápida y coordinada para evitar que la polio vuelva a causar estragos.

El compromiso con la vacunación masiva, la mejora de las condiciones sanitarias y la concientización son las herramientas clave para asegurar que Venezuela mantenga su estatus de país libre de polio.