Más de uno se lleva una sorpresa al revisar las hojas del calendario para saber cuándo son las elecciones de Estados Unidos 2024. La reacción al conocer el dato suele ser algo así: “5 de noviembre, martes… ¿Martes? Pero, “por qué en martes?”
Por El Mundo
El domingo es el día elegido para llevar a cabo la votación de unas elecciones en muchos países, pero lo cierto es que votar en día laborable no es una excepción ni siquiera en España. En nuestro país se han celebrado generales, municipales y autonómicas en diferentes días de la semana, aunque no es lo habitual ya que se busca la mayor participación posible y el domingo es festivo.
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos sí tienen lugar siempre en la misma fecha: el martes siguiente al primer lunes de noviembre. Así se estableció en el Congreso en 1845 y así se ha mantenido hasta día de hoy.
Vale, pero, ¿por qué en martes? La respuesta es que de esta manera los votantes tenían todo el lunes para viajar a pie o caballo desde su lugar de residencia hasta el centro de votación en su condado. El domingo se descartó por cuestiones religiosas y el miércoles era en muchos lugares día de mercado, jornada demasiado importante para agricultores y ganaderos como para pensar en política.
¿Y por qué en noviembre? Hay que tener en cuenta que en 1845 Estados Unidos era un país muy rural y noviembre era un mes en el que los agricultores ya habían finalizado la faena de la época de cosecha, por lo que disponían de algo más de tiempo para acudir a los centros de votación. No se buscó una fecha posterior, puesto que el invierno hubiera dificultado los desplazamientos para ir a votar en muchos estados. Y, de nuevo por motivos de trabajo del sector primario, la primavera y el verano también quedaron descartados.
A todo esto, el Congreso aprobó la ley federal que establece el supermartes de noviembre en las elecciones presidenciales con el objetivo de unificar la fecha en todos los estados. Y es que, antes de esa norma, en cada estado las votaciones se llevaban a cabo en días diferentes, siempre que estuvieran dentro de los 34 días anteriores al primer miércoles de diciembre. Dicho sistema fue un fracaso, puesto que la publicación de los resultados en los estados que celebraban antes las elecciones, influía de manera notable en los estados donde se votaba más tarde.
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