Doce meses hace que María Corina Machado definió la libertad de Venezuela como un compromiso ineludible.
Fue durante su proclamación como la triunfadora de las primarias para elegir un nuevo liderazgo para enfrentar la tiranía de Nicolás Maduro y sus secuaces.
En esa oportunidad María Corina Machado se mostró particularmente optimista sobre la posibilidad de sacar del poder a quienes tanto daño le han hecho a Venezuela.
“Tengo la certeza de que lo vamos a lograr, aunque no será fácil, pero sé que lo vamos a conseguir”, dijo
Se refería a momentos como los que estamos viviendo los venezolanos, luego de la clamorosa victoria obtenida frente al regimen el 28 de julio pasado.
De alli la importancia de que justo en esta fase llegue el reconocimiento a María Corina Machado y Edmundo González Urrutia con el Premio Sajarov de la Comunidad Europea.
Un galardón que resuena profundamente en el corazón de todos los venezolanos.
Este prestigioso premio, que honra la defensa de los derechos humanos y la libertad, es un testimonio del coraje, la resiliencia y la pasión de quienes luchan por un futuro mejor para nuestro país.
María Corina Machado, la figura mas emblemática de la política venezolana, ha sido una ferviente defensora de la democracia y de los derechos humanos, enfrentándose valientemente a la brutal represión que ha ordenado Maduro para aferrarse al poder.
Su incuestionable compromiso con la verdad y la justicia la han convertido en un símbolo de esperanza para aquellos que anhelan un cambio en nuestra nación.
Su incansable lucha, marcada por sacrificios indescriptibles, es un reflejo del espíritu indomable de tantos venezolanos que se niegan a rendirse ante la adversidad.
Por otro lado, Edmundo González Urrutia representa el clamor de millones que han sido víctimas de la crisis humanitaria en Venezuela.
Su trabajo en pro de los derechos humanos y su defensa de los más vulnerables demuestra que la solidaridad y el amor por la patria son fuerzas poderosas.
Ambos premiados encarnan un ideal: el derecho de los venezolanos a vivir en libertad y dignidad.
Este reconocimiento internacional no solo honra a María Corina y Edmundo; es un grito de esperanza para todos aquellos venezolanos que, cada día, enfrentan la realidad de un país en crisis, producto de la corrupción, la incapacidad y la impunidad.
Es un recordatorio de que el mundo está pendiente de lo que sucede en Venezuela, que nuestras luchas resuenan más allá de nuestras fronteras y que hay quienes abogan por la memoria de quienes han caído en la lucha por la libertad.
El orgullo que sentimos hoy no es solo por los galardonados, sino también por la fortaleza y la determinación de todo un pueblo que persiste en su búsqueda de un mejor futuro.
Cada venezolano que se levanta, que defiende su opinión y que lucha por sus derechos, es un héroe en esta historia.
A medida que celebramos este logro de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, es vital recordar que este premio también implica una responsabilidad de luchar hasta el final.
La comunidad internacional presta atención y apoyo a las luchas de los venezolanos, no solo reconociendo a sus líderes, sino también comprometiéndose a ayudar a los que sufren bajo un régimen opresor.
María Corina Machado y Edmundo González Urrutia han iluminado el camino.
Ahora es el momento de que cada uno de nosotros, como ciudadanos venezolanos, nos unamos en un solo grito: ¡Libertad!
Este es nuestro momento para demostrar al mundo que el orgullo venezolano no tiene límites y que la lucha por la justicia y la democracia está más viva que nunca.