La falta de agua en la Península de Paraguaná es una constante preocupación para sus habitantes, ya que se puede pasar más de un mes sin el servicio. Este viernes 25 de octubre fue hallado muerto en las afueras de su residencia, un septuagenario que manipulaba una bomba de agua para succionar agua de la tubería principal.
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El hombre fue identificado como César Argusto Núñez Acosta, de 78 años de edad, soltero y que ejercía la albañilería. Recibió una descarga eléctrica cuando manipulaba la bomba de agua.
Al lugar llegaron funcionarios de la Policía de Carirubana, quienes junto a los bomberos municipales, confirmaron que no tenía signos vitales. El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) trasladó el cadáver para iniciar con la investigación.
Su hija relató a los organismos de seguridad que el septuagenario buscaba agua con ayuda de la bomba cuando recibió la descarga eléctrica que le quitó la vida instantáneamente.
El accidente se registró en su casa que está en una residencia, ubicada en la calle Bobare con España de la Puerta Maraven en el municipio Carirubana.
La Puerta Maraven tenía 40 días sin suministro de agua potable por tuberías. El pasado jueves 17 de octubre comenzó el bombeo a todas las urbanizaciones de Puerta Maraven, pero debido a los constantes apagones era imposible para la población tener suministro constante.
El bombeo de agua se suspendía y volvía por la falta de electricidad, razón por la cual Hidrofalcón prolongara el suministro hasta este jueves 24 de octubre, aunque muchas casas quedaron sin abastecerse de agua.
Hidrofalcón no informa
En Paraguaná, las familias usan bombas para succionar el agua, porque esta llega a las tuberías con baja presión, por lo que el servicio es aprovechado por algunas viviendas, pero a otras no llega el agua. Es común en la península ver mangueras de una casa a otra para ayudar a los vecinos a que llenen envases, tobos y pipotes con agua. También es común la venta de agua a través de camiones cisternas o de personas que las cargan en pipas en vehículos construidos con material reusable que empujan con su propio peso.
A veces Hidrofalcón informa a las comunidades de que van a enviar agua a través de un cronograma, pero muchas veces no se cumple o simplemente no lo comunican. La gente permanece día y noche pendiente de las tuberías para conectar sus bombas y así lograr abastecerse del servicio.
Sin solución
La falta de agua en la Península de Paraguaná es un problema de décadas y aunque han hecho proyectos para cambiar este panorama, no mejora. Tal es el caso del Acueducto Bolivariano, el proyecto hidrológico más grande de Venezuela aprobado por el fallecido presidente Hugo Chávez con la promesa de acabar con la falta de agua en la región. También se han instalado plantas desalinizadoras en los ejes costeros, pero muchas de ellas están inoperativas.
Pese a todo esto, hace unos dos años, en la antigua gerencia de Hidrofalcón, se vio una mejora para algunos sectores de los tres municipios de Paraguaná: se pasó de tener agua cada seis meses a cada 18 días.
Aunque la nueva presidencia de Hidrofalcón, a cargo de Alí Cardenal, prometió hace más de un año mejorar los ciclos de agua, el panorama que muestra la península es diferente: la población puede estar de uno a dos meses sin servicio.