Muchos hogares buscan maneras de reducir el consumo energético para minimizar el impacto en su presupuesto. Por eso, una de las claves es saber cuáles son los dispositivos que más generan un impacto en el gasto de la boleta de luz mensual. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los electrodomésticos representan aproximadamente el 55 % del consumo eléctrico total de un hogar, lo cual se traduce en una carga económica significativa.
A continuación, analizamos en detalle cuáles son los electrodomésticos y aparatos que más consumen energía en el hogar, su funcionamiento y qué medidas pueden ayudar a reducir su impacto en el bolsillo.
El listado de electrodoméstico y aparatos que más consumen energía en el hogar:
Ducha eléctrica: Aunque no es común en todos los hogares, la ducha eléctrica es uno de los electrodomésticos que más energía consume cuando está presente. Este aparato demanda un flujo constante de electricidad para calentar el agua al instante, lo cual representa un consumo alto y sostenido mientras esté en uso.Según el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) en Perú, este tipo de ducha puede alcanzar consumos de hasta 4500 watts en algunos modelos, y se ha señalado que su uso incrementa hasta un 30 % la factura de electricidad en las zonas donde es más común. A diferencia de otros aparatos, como los calentadores de agua convencionales, que funcionan en ciclos, la ducha eléctrica consume energía de manera continua y en alta cantidad. Así, una hora de uso puede significar un gasto energético superior al de una heladera encendida durante 24 horas.
Secadora: Con un uso promedio de cuatro ciclos semanales de secado de algodón, la OCU estima que la secadora más eficiente consume alrededor de 214,9 kWh al año, mientras que el promedio de los modelos analizados eleva esta cifra a 384 kWh anuales. En términos de gasto, esto puede suponer un incremento significativo en la factura mensual.
Para reducir su consumo, una recomendación es aprovechar el secado al aire libre siempre que sea posible. Esta alternativa ahorra energía y también prolonga la vida útil de la ropa al evitar el desgaste causado por el calor intenso de la secadora.