Startup Summit 2024: Impulsando el Ecosistema Emprendedor Venezolano, por Luis Eloy Añez

Startup Summit 2024: Impulsando el Ecosistema Emprendedor Venezolano, por Luis Eloy Añez

El Startup Venezuela Summit 2024 fue un acto de fe. Una declaración colectiva de que, pese a las complejidades persistentes, Venezuela guarda en su interior un latido de esperanza emprendedora que se mantiene viva y tiene mucho talento que ofrecer. Durante el pasado 17 y 18 de octubre, el “Caracas Campus” de la capital se convirtió en un torbellino de sueños, un espacio donde la audacia de las ideas se encontró de frente con el capital que se atreve a creer, y donde el talento local, con su tenacidad y su fiebre de futuro, dibujó posibilidades muy alentadoras, fomentando conexiones que prometen impulsar el renacer del país en la escena global.

El mensaje fue inconfundible: el futuro es de quienes, con creatividad y perseverancia, deciden transformar el contexto en una oportunidad para crecer. En medio de un panorama lleno de posibilidades y desafíos, este encuentro reunió a inversionistas de distintas regiones de  Latinoamérica y a los emprendedores más destacados de un país decidido a triunfar. Y así, cada reto, cada ola, se transforma en una invitación a surcar el mar, para aquellos que se atreven a desafiarla con una tabla bajo el brazo y la pasión como bandera. En el fondo, se trata de construir un ecosistema donde cada elemento contribuya al impulso colectivo hacia un mejor mañana.

El Evento

El Startup Venezuela Summit 2024, en su segunda edición, se desplegó como un espacio de aprendizaje y conexión. Para el evento asistieron 15 Fondos de Inversión internacionales de mucha trayectoria, se realizaron más de 20 ponencias –talleres, paneles, pitch y conferencias– y asistieron aproximadamente 500 personas, entre emprendedores e interesados en vivir la experiencia.  

Este evento fue posible gracias al gran esfuerzo, visión y liderazgo organizativo de la mano de la empresa  Rockstart, un relevante Fondo de Inversión latinoamericano y de Esteban Torbar, presidente del Grupo Maso, quienes se destacaron por su compromiso en la creación de un espacio para la innovación y el emprendimiento en el país. Asimismo, se contó con el apoyo de aliados y patrocinantes como el Banco BNC, Venecapital, Digitel, Conapri, Ridery, Yummy, Wave Tech Hub, Impact Hub, Cashea, UCAB, Unimet, IESA y muchos otros, cuya contribución fue fundamental para llevar adelante esta iniciativa.

El evento fue estructurado en tres tracks o bloques de temas principales: “Emprendedores”, donde se compartieron historias de éxito tanto locales como internacionales; “Capital“, dedicado a explorar cómo captar fondos y atraer a los inversionistas; “Emprender e Invertir en Venezuela“, un enfoque claro sobre las oportunidades del país y que ofreció herramientas específicas para los emprendedores locales. Además, el segundo día estuvo dedicado a talleres fundamentales, como la Escuela de Pitch y el Fundraising -levantamiento de capital-, impartidos por expertos, aportando conocimientos esenciales para las etapas tempranas de las startups.

Startups vs emprendimiento

Uno de los puntos de mayor interés en el evento fue la discusión sobre la distinción entre startups y emprendimientos. Un emprendimiento puede abarcar cualquier negocio tradicional -desde lo artesanal a lo industrial- que intenta florecer y crecer gradualmente, buscando consolidarse, ser rentable y obtener un retorno de su inversión en varios años. Una startup es otra criatura, un organismo diseñado para escalar, para romper esquemas, para alcanzar alturas vertiginosas, para resolver necesidades no articuladas. Es como una semilla modificada genéticamente con tecnología, con un ADN que pide crecer. Se distingue por su capacidad de escalar rápidamente, innovar y atraer inversión de Venture Capital (VC). La tecnología, potenciada con la IA,  se convierte en su columna vertebral, su herramienta para multiplicarse, replicarse, y alcanzar territorios insospechados a una velocidad que desconcierta.

Del Silicon Valley al Caracas Valley

Hablar de Silicon Valley es hablar de una combinación singular difícil de replicar, una convergencia de historia, talento, cultura y redes que floreció en la bahía californiana como una especie de meca tecnológica. Allá, el aire parece llevar el espíritu del riesgo, la innovación y el deseo de cambiar el mundo. En nuestro horizonte caraqueño, las cosas se ven diferentes. El “Caracas Valley” aún está en pañales, estamos dando los primeros pasos lleno de sueños pero también de obstáculos; no obstante, no es imposible imaginar una versión tropical del ecosistema tecnológico, si se dan las condiciones adecuadas.

Según los ponentes, el desarrollo de startups en Venezuela requiere mucho más que una idea brillante y capital inicial. Es indispensable contar con estabilidad económica, ese suelo fértil donde las ideas pueden echar raíces y prosperar. Además, se necesita una red sólida de apoyo, inversores que estén dispuestos a asumir riesgos elevados y una cultura que celebre al emprendedor audaz. En este escenario, los Capitales de Riesgo se posicionan como el motor de despegue y el agente transformador: no solo inyectan capital, sino que también aportan mentoría, conexiones clave y visión estratégica, elementos esenciales para convertir una idea en un cambio significativo y transformador.

La tecnología puede ser la llave maestra, pero igual de crucial es adoptar una mentalidad abierta hacia la tolerancia al riesgo y la creencia de que en nuestro país también se pueden construir unicornios, esas empresas que alcanzan una valoración de 1.000 millones de dólares sin cotizar en bolsa. En definitiva, se trata de forjar un entorno donde lo imposible tenga cabida, donde el sueño de un Silicon Valley criollo deje de ser una fantasía para convertirse en una promesa tangible.

El Surfista

¿Y quién es ese emprendedor audaz? ¿qué buscan los VC en una startup? …Esta pregunta resonó en una conferencia cuando un panelista, y representante de un VC internacional, utilizó la analogía del “Surfista” para explicar lo que hace falta para triunfar en el mercado.

El emprendedor audaz es ese surfista –y su equipo– que se atreve a entrar al océano del mercado, con una tabla que ha construido a pulso, mientras los inversionistas observan desde la orilla con ojos de cazador. En esta metáfora, la startup es la tabla, el mercado es la gran ola, y el emprendedor quien debe tener la piel de un aventurero y el alma de un estratega. No basta con una idea brillante ni con una tabla fuerte y flexible; hace falta esa intuición para saber cómo maniobrarla en aguas turbulentas, mantener el equilibrio y reaccionar con agilidad ante los cambios del entorno. La ola, por su parte, simboliza el tamaño y la dinámica del mercado: a mayor ola, mayor riesgo, pero también mayor potencial de éxito y reconocimiento.

Otro aspecto importante que se destacó, es que los Venture Capital también prestan especial atención al tamaño de la ola y al market fit: el grado en que el producto satisface una necesidad real del mercado, generando adopción y crecimiento orgánico. El mercado debe ser lo suficientemente amplio y ofrecer potencial para escalar más allá de las fronteras, con la promesa de un crecimiento exponencial. Asimismo, se destacó la relevancia del equipo fundador de la startup, buscando cohesión, talento y la capacidad de enfrentar juntos cualquier desafío, sin perder de vista la orilla, ese punto donde el sueño empieza a tomar forma.

El Pitch

El Summit ofreció un taller sumamente valioso en colaboración con la Escuela de Pitch, destacando el rol fundamental que juega un pitch efectivo en el éxito de una startup. La capacidad de presentar una propuesta de manera clara y persuasiva puede marcar la diferencia entre conseguir la financiación necesaria o enfrentar un cierre prematuro. Las estadísticas mundiales señalan que 90% de las startups fracasan, y uno de los motivos recurrentes es la falta de claridad en su propuesta de valor y la dificultad para atraer inversores. Durante el taller, se enfatizó la importancia de construir una narrativa auténtica en torno al equipo, subrayando cómo las conexiones personales y la experiencia compartida fortalecen la confianza de los inversionistas. Al final, quedó claro que un buen pitch no solo vende una idea, sino que transmite confianza y promueve relaciones que pueden impulsar el proyecto hacia su siguiente etapa.

Historias que inspiran 

Durante el primer día del evento, se presentaron ponencias a cargo de emprendedores destacados, quienes compartieron historias reales e inspiradoras de proyectos que están dejando una huella positiva tanto en el país como en el extranjero. Entre las iniciativas más resaltantes estuvieron: Farmatodo, en el sector farmacéutico; Ridery, innovando en el transporte urbano; Yummy, líder en servicios de delivery; y Impact Hub, una incubadora que impulsa emprendimientos con impacto positivo en lo social, ambiental y en la inclusión. Además, se destacó “Papa”, una iniciativa de Estados Unidos con ADN criollo, dedicada al apoyo de adultos mayores y familias, demostrando cómo las buenas ideas pueden trascender fronteras y generar bienestar en diversas comunidades.

La Venezuela posible

El StartUp Summit 2024 demostró la importancia de estos eventos como catalizadores para el crecimiento del ecosistema emprendedor venezolano. Más allá de compartir conocimientos y experiencias, este tipo de encuentros brindan una plataforma para que los emprendedores se conecten con inversionistas, perfeccionen sus habilidades y encuentren el apoyo necesario para convertir ideas en negocios sostenibles y escalables. La diferencia entre emprender y crear una startup radica en la ambición y la capacidad de escalar, y el Summit dejó claro que en Venezuela hay talento y oportunidades para lograrlo. “El futuro pertenece a quienes se atreven a construirlo”.

@luiseloy360

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