Sin pretender similitudes solo nuestro Libertador tuvo tantos altibajos en su carrera política… como el presidente del Brasil Lula da Silva.
Al venezolano más grande se le odió después de la pérdida de la primera República… pero al regresar con un ejército de colombianos en lo que la historia calificó de “Campaña Admirable” fue recibido en su ciudad natal con improvisados arcos de triunfo, armados a la carrera sobre tarimas donde colocaron las doncellas más hermosas… vestidas como diosas griegas.
Atrás habían quedado las humillaciones por parte de las tropas de Monteverde y Simón Bolívar de nuevo estaba en la gloria… pero eso duró poco.
Tan poco, como lo que tardó el sanguinario y resentido Boves en tomar la capital de lo que entonces era una Capitanía General que en cuanto a lo judicial había dependido a veces de Santo Domingo… otras de Cuba y también del Virreinato de la Nueva Granada.
A la salida a Oriente… amablemente llamada “emigración” en libros de historia… como si los que huían tuviesen alternativa o como si más de la mitad de los caraqueños que escaparon tras el ejército libertador… no hubiesen fallecido antes de llegar a Barcelona donde les esperó la última emboscada española.
Bolívar más o menos desdeñado por los orientales como Mariño, Piar y Bermúdez… sale nuevamente vilipendiado al Caribe… sin dejar de pensar en la independencia… liberada por él.
No pienso fastidiar a los que “saben” que ya encontrarán pretexto para señalarme algún gazapo… pero así siguió el gran caraqueño… subiendo cumbres de poder y esquivando emboscadas… para después caer hasta el lecho de muerte donde Bolívar escribió sus mejores conclusiones cuando se sabía derrotado por la mediocridad y las aspiraciones de enanos.
Lula da Silva las pasó duras antes de llegar a la presidencia del Brasil; fue perseguido, preso y tildado de “comunista” solo por exigir de los militares mejores salarios y condiciones de trabajo para sus compañeros.
Fue un sindicalista que sin embargo logra llegar a la cumbre después de haber sido execrado por la prensa iberoamericana… por haber fundado junto a Fidel Castro el Foro de Sao Paulo donde reunieron a casi toda la izquierda iberoamericana… incluyendo a las FARC y sin Hugo Chávez que aún no había gozado su momento de gloria cuando derrotado… ¡lo pusieron a hablar en televisión… para que sus compañeros de alzamiento se rindieran!
Después vinieron las estafas cometidas junto a Norberto Odebrech y su estrella declinó en el mundo… menos en Venezuela donde aparentemente gobierno y oposición habían metido la mano en obras de esa por lo demás gran constructora internacional de Brasil… y así “democráticamente” y cual caballeros el caso se archivó.
Pero el veto que nos impuso en la reunión de los BRICS todo lo cambió… o casi.
Y escribo “casi” porque la ingenuidad de quienes piensan que el país está compuesto de ingenuos… en vez de acusar por adelantado a Lula por el veto del que ya habían pistas antes de ocurrir… el gobierno buscando salvarle la cara al aliado acusó a la Cancillería brasileña –Ytamarati- de ser quien impuso ese veto en contra nuestra.
Eso nadie lo creyó en Venezuela y menos el Fiscal General que señaló a Lula como “agente de la CIA”… con lo cual Tarek cayó en desgracia y hace días se apostaba que saldría del cargo… a pesar de que este Saab no mintió sobre el origen del veto y Celso Amorín que es el “otro yo” de Lula insistió en que no merecemos estar en los BRICS.
Así las cosas sin embargo Lula aún execrado en Venezuela… sigue siendo milagroso.
Tanto como los santos. Pero no tanto como lo fue cuando catapultó a verdaderos “tiramealgo”… convirtiéndolos en millonarios… con las obras de Odebrech.
Pero si lo suficiente como para lograr que el Fiscal Tarek Williams Saab repitiera en el cargo.
A ver cuánto le dura a Lula ese poder.