Es el día de la decisión en la disputa de Estados Unidos por la Casa Blanca y el control del Congreso, aunque los resultados podrían tardar días o semanas en aclararse.
La vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump se disputan siete estados de tendencia electoral incierta: Michigan, Pensilvania y Wisconsin, los tres estados de los Grandes Lagos que conforman el “muro azul” que Trump resquebrajó en 2016 pero que el presidente Joe Biden recuperó en 2020, y Arizona, Georgia, Nevada y Carolina del Norte, los cuatro campos de batalla del Cinturón del sol.
Si Harris gana, haría historia, convirtiéndose en la primera mujer, la primera estadounidense de origen asiático y la primera mujer negra en ganar la presidencia. Una victoria de Trump también sería histórica: se uniría a Grover Cleveland como los únicos presidentes con mandatos no consecutivos. Lo haría tras convertirse en el único presidente sometido dos veces a juicio político y en el único expresidente condenado por delitos graves.
Hay muchas más cosas que se decidirán este martes, entre ellas la votación en cinco estados -Arizona, Florida, Misuri, Nebraska y Dakota del Sur- sobre si dar marcha atrás a la prohibición del aborto con enmiendas constitucionales.
Los republicanos esperan sacar partido de un mapa senatorial favorable, en el que los demócratas defienden escaños en los estados de Montana, Ohio y Virginia Occidental, de tendencia roja. Las esperanzas del partido de mantener su estrecha mayoría en la Cámara de Representantes serpentean desde la costa de Maine a través del valle del Hudson en Nueva York, las ondulantes colinas del Piamonte de Virginia, un “punto azul” en Nebraska y hasta el condado californiano de Orange, donde los flujos y reflujos políticos de la era Trump se han manifestado vívidamente.
Los resultados iniciales en las horas posteriores al cierre de las urnas podrían no ser determinantes. Los estados deciden sus propios procedimientos electorales, y el orden en el que los estados cuentan los votos anticipados, por correo y del día de las elecciones varía a lo largo del mapa, al igual que la rapidez con la que ciertas ciudades, condados y regiones informan de sus resultados.
Los caminos más probables hacia los 270 votos y la presidencia
Los estadounidenses se acostumbraron cada vez más a unas elecciones presidenciales increíblemente reñidas. En 2000, 2016 y 2020, los resultados se redujeron a decenas de miles de votos. Se espera que esta carrera, si las encuestas son correctas, se ajuste a ese molde.
Eso significa, en términos más sencillos, que hay siete estados que vigilar este martes por la noche, y posiblemente después también.
Arizona y Georgia se decantaron por Biden en 2020 después de haber sido republicanos durante una generación. Los demócratas también ganaron Nevada hace cuatro años, aunque sus márgenes allí han ido disminuyendo. Biden arrasó en los estados del “muro azul” de Pensilvania, Michigan y Wisconsin en 2020. Trump hizo lo mismo en 2016. El único campo de batalla de 2024 que Trump ganó en las últimas elecciones fue Carolina del Norte. Se espera que vuelva a ser una carrera reñida.
Así que, ¿cómo deberían jugar los analistas de sillón? Con la advertencia habitual de que cualquier cosa puede suceder –y, en los últimos años, a menudo ha sucedido–, he aquí algunos posibles caminos para Harris y Trump, respectivamente:
Para Harris, el mapa es en muchos sentidos más sencillo. Si se repite la barrida del “muro azul” de Biden, su destino para el Despacho Oval es casi seguro. Eso tiene en cuenta la expectativa de que ganará un voto electoral en Nebraska y perderá otro en Maine, dos estados que reparten votos electorales tanto al ganador a nivel estatal como a nivel de distrito electoral.
Si el “muro azul” se resquebraja y Pensilvania se decanta por Trump, su camino se complica. Pensilvania tiene 19 votos electorales. Harris tendría que compensar ese número ganando Georgia y Carolina del Norte, que tienen 16. Si solo consigue repartirse los dos distritos, tendría más posibilidades de ganar. Si solo puede dividir ambas, Nevada y Arizona podrían ser decisivas.